El líder nos arenga: “estamos en la edad de oro”. Wimbledon, Austria, París.. allí los vemos, monarcas y vicemonarcas, presidentes y subpresidentes, consejeros y delegados, ministras.. Miembros y miembras muy contentos/as todos/as preparando el salto a Pekín.
Por aquí se afanan tribunales en dictar sentencias sobre objeciones y opciones B. Por aquí se reducen las vacantes de filosofía, este curso interinos con muchos años de antigüedad volverán de vacío de las adjudicaciones y tendrán que esperar el segundo turno para cubrir bajas de última hora. Por aquí muchos trabajadores empiezan a sentir miedo. Por aquí adornan cajitas de bombones para las inmobiliarias.
Pero no nos quejemos, que este veranito tenemos cuatrocientos del ala para langostinos y tele, mucha tele, para disfrutar el oro de Pekín.
La edad de los gestos para la galería. O mera propaganda.