sábado, 28 de marzo de 2009

De los espíritus desenkantados y de los espejos


“No puedes imaginarte el estremecimiento que sacudió todo mi ser cuando cayeron sobre su ataúd los primeros terrones helados –mi cabeza y mi corazón siguen aún temblando”

Así se expresa un prominente konigberguense con ocasión del entierro de Inmanuel Kant un frío día de febrero de 1804. -Referido por Manfred Kuehn en su biografía del filósofo.

No cayeron, sin embargo, los terrones helados sobre su obra. Desde hace casi veinte años, en los días de marzo y abril como si de un rito sagrado se tratase, releo algunas de sus más famosas palabras y me entretengo en someterlas a rígidos esquemas -ornamentales como lápidas.

Pero estoy convencido de que el hombre no pervive en su obra, salvo como reflejo falso e ilusorio; la obra se independiza y en su multiplicación ilusoria no perdura ni la más leve chispa del espíritu originario, pues éste se extinguió junto con el de aquellos que personalmente en vida lo trataron; como quiso Platón, el espíritu sólo vive en la oralidad –y sólo a través de ella se trasmite- y nunca en la escritura que lo aniquila. Y lo trasforma: esto que hoy leemos e interpretamos no es sino uno de los innumerables, por infinitos, espejos que constituyen lo que llamamos mundo.

¡Ay!¿ y este vaho que enturbia el cristal de Waldenland25?

lunes, 23 de marzo de 2009

Formas de la sensibilidad


Con la primavera llega mi tiempo kantiano, paradójicamente no como progreso sino como persistente retorno.

Hace unos meses traíamos a este lugar un melancólico vídeo de Nina Hagen “En tanto que de rosa y d’azucena”. Ocupado como estoy en fatigosas tareas pre-vacacionales he buceado en Youtube en busca de la musa; y aquí os la traigo.



La Lechuza de Minerva nos invita a un ejercicio de análisis kantiano a propósito del Carro de Manolo; le robo la original idea y os propongo reflexionar acerca de la objetividad desde el tiempo, apenas una década; el espacio: de la DDR a Brasil; y las categorías de sustancia-accidente, causa-efecto, unidad-multiplicidad.

El fenómeno Nina y la cosa en-sí.

lunes, 16 de marzo de 2009

Sobre la felicidad


El hombre, tal y como Dios lo pensó y tal como la poesía y la sabiduría de los pueblos lo han comprendido desde hace miles de años, ha sido creado con un órgano para la belleza, una facultad que le permite alegrarse ante cosas de las cuales no puede hacer ningún uso. En la alegría del hombre ante lo bello, espíritu y sentidos participan en igual medida. Inmersos en las dificultades y peligros de sus vidas los hombres son capaces de sentir alegría por cosas tales como el juego de colores en la naturaleza o en un cuadro, o sentir una llamada en la voz de la tormenta, del mar o en la música de creación humana.

Y tras la superficie de los intereses y las penurias son capaces de sentir el mundo como un todo.

Glück. Hermann Hesse
Traducción de Serenus Zeitbloom.


sábado, 14 de marzo de 2009

De la bondad humana


Que el hombre es bueno es una de las peores premisas de las que puede partir una concepción educativa. Falsa en su origen, y nefasta en sus consecuencias. De esta manera tan sentenciosa (ustedes me disculparán el estilo) acababa un comentario mío a un artículo sobre educación. Me gustaría rectificar: no es una de las peores, es la peor. Y me gustaría aportar una pequeña prueba para no resultar tan dogmático: “El gran Torino”.

Sí, ayer tocó compras, y de paso, la película de la semana. Me gustó la película, pero Dios mío qué doblaje tan nefasto: el del chico protagonista y el de todos los demás jóvenes pandilleros.. ¿cómo se puede hacer tan mal?, ya saben que yo las cuestiones técnicas no las juzgo, pero es que el doblaje de la película de ayer roza lo delictivo, -ya me lo cuentan ustedes si son cosas mías-. A pesar de los doblajes, la película es buena. Al menos para la reflexión educativa es interesante; la realidad de los barrios, de la segregación, la violencia, la injusticia.

Sé que muchos docentes creen que la escuela, la educación, son medios para cambiar la sociedad, que tienen esa función moral y que son instrumentos para corregir la injusticias. Ellos mismos como docentes se sienten con esa responsabilidad y la exigen de los otros. No comparto esa visión. No es que la considere utópica, ingenua o irrealizable; lo que ocurre es que la considero nefasta, y ni moral ni políticamente deseable. Mi posición es muy sencilla; el conocimiento es un bien y la función de la educación es trasmitirlo a los miembros de cada generación; y es responsabilidad del político, de los representantes del estado, el asegurar la posibilidad de la educación. No se trata, como les gusta grandilocuentemente decir a muchos, de que la educación se transforme radicalmente para llegar a toda la sociedad y transformarla, sino que la sociedad –el estado- debe poner las condiciones para que la educación sea posible. Porque la educación es lo que es, como lo es la medicina, una tiene como objeto remediar la enfermedad y la otra la ignorancia. Después podemos hablar de recursos, de medios... etc.

Y volviendo al Gran Torino, nuestro personaje no era bueno, pero hizo el bien. Era ruin pero acabó como un héroe. Hasta es posible que acabase siendo, si no bueno, mejor.

Para finalizar, una duda que planteo al lector que haya visto la película: ¿qué sentido tiene la confesión con el cura, puesto que su mayor falta no la revela? ¿ las cuestiones importantes se resuelven de tú a tú con Dios, sin intermediarios?.


martes, 10 de marzo de 2009

Un limón, un limonero.... me gusta más...


Me llega el premio Limonada ( sin alcohol, leider ). No somos por aquí muy amantes del sabor amargo (quizá de lo ácido, aunque esperemos que llegue convenientemente azucarada). Pero me llega desde Seres Vacíos y la Tortuga Bicéfala ( sospecho que es un híbrido -fruto de un desliz- entre la Falsa Tortuga de Carroll y la Tortuga Inalcanzable de Zenón ), y uno, pues, agradece la deferencia, y se siente honrado por habitar en memorias duplicadas. Tengo, sin embargo, un problema: reenviar el meme-premio.

Si de mostrar gratitud se trata, pues se la debo a todos aquellos que se dejan caer por este blog y con sus comentarios lo animan. Sin ellos difícilmente este blog estaría próximo a cumplir su segundo año.

¡Quedan por tanto, todos premiados!



sábado, 7 de marzo de 2009

Días raros


El eventual lector no desconocerá a estas alturas el suceso acaecido en un instituto de Alicante. Un profesor detenido, esposado e incomunicado durante cuarenta y ocho horas acusado de hacer desaparecer unas cámaras de vigilancia en su instituto. Hoy sábado leo una entrevista al profesor, en ella reconoce los hechos, manifiesta mostrarse arrepentido de su acción y llega a dudar de si debe considerarse a sí mismo como un modelo educativo.

Merece la pena reflexionar sobre esto último. Sospecho que aquellos que abogan por colocar cámaras en la centros y aquellos que las toleran sin rechistar no tienen ninguna duda acerca de su propia bondad paradigmática. Es digno de hacerse notar la facilidad con que se propagan las actitudes paternalistas, vigilantes de nuestro bien, (de forma incidental señalaré que cualquier tirano, tiranuelo o tiranillo se presenta siempre a sí mismo como benefactor). Pero volvamos a nuestras cámaras; cuando se propone una medida como ésta –colocar un sistema de vigilancia- es muy complicado oponerse a ella de forma eficaz; quien se opone a una medida tal, se convierte en el acto en sospechoso “algo quiere ocultar”, pero quien defiende la medida muestra ufano su torso desnudo y nos dice “yo nada tengo que ocultar, por mí pongan tantas cámaras como quieran” y así, democráticamente , se van colocando cámaras, y una tras otra se aprueban todas las medidas que disipen sospechas, que reduzcan riesgos –cualquier riesgo, hasta el más ridículo. Hasta hace, poco mas o menos, diez años las puertas de casi todos los institutos de España estaban abiertas, se consideraba natural que así fuese, que se saliese por la puerta y no saltando la verja, que un alumno se comprase el bocadillo en el bar de la esquina si así le apetecía; hoy las puertas están cerradas, y se escuchan argumentos peregrinos –el más gracioso es ese que aduce como razón que la enseñanza es obligatoria, curiosa lógica; habría que contarlo con acento catalán “sabes ese que diu “ - otros no son tan graciosos, pero muy socorridos: ¡y si le pisa un coche qué..!, parece que a un adolescente de trece años no se le puede suponer –ni exigir- que sea capaz de manejarse en el tráfico de un ciudad –o pueblo, lo mismo da. En su día, las puertas comenzaron a cerrarse sensatamente en zonas conflictivas, grandes ciudades, y se pretendía con ello impedir la entrada a elementos peligrosos o no deseables. La sensatez inicial se ha , empero, olvidado y hoy se vigilan las puertas y las verjas de un instituto como si de una guardería se tratase.

A veces, algunos raros días, la luz incide sobre estas verjas y puertas de una manera especial, y uno creer percibir reflejos tenebrosos. Se pasa pronto, suele ser un instante, uno se recompone rápido y se dice “no fue nada” o “se me nubló la mente”. Y también esos raros días, uno ve pasos firmes, torso desnudos y cree adivinar brillos extraños, olores antiguos... Esos días raros ¡que los carga el diablo!.


Acabemos con un poema -así no habremos perdido del todo el tiempo.

El ratonero no tiene nada que reprocharse.
Los escrúpulos le son ajenos a la pantera negra.
No dudan de lo apropiado de sus actos las pirañas.
El crótalo se acepta sin complejos a sí mismo.

No existe un chacal autocrítico.
El tábano, la langosta, la tenia y el caimán
viven como viven y así están satisfechos.

De cien kilos es el corazón de la orca,
pero no le pesa.

Nada más animal
que una conciencia limpia
en el tercer planeta del sol.

Elogio de la mala conciencia de uno mismo. Wislawa Szymborska.

Para saber más : Controlados y El gesto.


martes, 3 de marzo de 2009

Breve noticia pedagógica.


Quien me despierta me ha herido.


Richard Wagner. Sigfrido Acto III.

Recogido por Nietzsche en Humano, demasiado humano.


Forzar a despertar: ¿Quién se atreve hoy a realizar esa peligrosa e ingrata tarea?. ¡Cuánto más agradecida es la tarea de mecer, arrullar y mantener-se en el sueño -aún despiertos!. Y así la educación que se pretende es un arte de mesmerismo que lleva al “educado” del hirviente sueño del salvaje al plácido cabecear del animal doméstico; a través de las técnicas del subrayado fluorescente, de la síntesis del corta y pega, de la motivación con zanahoria, medallas y alfombra roja, de la investigación a golpe de “clic” y “enter”, de valores consignados y emociones consensuadas... y del miedo a cualquier riesgo.

Por su pedagogía de tábano tuvo Sócrates que beber la cicuta; la lección ha quedado bien aprendida, y acuñado su sello: “señores ironistas, avisados quedan”.

Lo han dicho los lobos en todos los tiempos: “entre memos quedarán mejor guardados vuestros corderos”. Y los corderos, como es natural, asienten.


Para saber más.