sábado, 29 de marzo de 2008

Vocaciones

Son muchos los que parecen coincidir en que la dedicación a la docencia ha de ser vocacional, según los defensores de tal opinión muchos de los males de escuela son el resultado de esa falta de auténticas vocaciones.

Quienes entre los docentes defienden esta posición suelen verse a sí mismos como una excepcional y selecta minoría – paradójica por lo abundante- de profesionales vocacionales y sacrificados que tienen que lidiar con una pandilla de indolentes insolidarios que sólo piensan en escaquearse, trincar a fin de mes y dejar correr el tiempo hacia las vacaciones entre quejas perpetuas. Esta opinión es también muy querida por bastantes padres/madres que reclaman toda la atención para sus retoños, atención que ellos no pueden prestar por sus múltiples ocupaciones profesionales y personales pero que compensan adquiriendo la Play con las últimas novedades. Por supuesto son también mayoritariamente pro-vocacionales todas aquellos personajes que relacionados con la docencia, sin embargo, no la imparten directamente, orientadores, muchos cargos directivos y de la administración, incluso algunos liberados sindicales, todos ellos –padres, direcciones, administración- estarían muy satisfechos de tener a su servicio un personal que hubiese hecho los correspondientes votos de fidelidad y sacrificio.

Recuerdo que siendo un alumno de bachiller en el instituto -público, dicho sea de paso- recibíamos esporádicamente visita de algún cura haciendo campaña en busca de vocaciones, ya por entonces escasas. Aquellas visitas las recibíamos con gran entusiasmo y alborozo cuando podíamos hacerlas coincidir con la clase de matemáticas o con alguna otra especialmente dificultosa o árida; las vocaciones eran una buena excusa para liberarnos de penosas obligaciones. Uno sospecha que detrás de la actual nostalgia vocacional puede seguir existiendo una evasión de auténticas responsabilidades cívicas y profesionales; que uno ame y disfrute en su trabajo es una gran suerte que habría que desear no sólo a los docentes sino también a fontaneros, albañiles, médicos, arquitectos.. pero exigir la felicidad –y el asentimiento- interior en el trabajo que se realiza o se ha de realizar no es propio de un contrato profesional sino del juramento de pertenencia a una organización sectaria.

Los hay tan vocacionales que hasta se sorprenden de cobrar y se deprimen cuando llegan las vacaciones.


sábado, 22 de marzo de 2008

Sábado Santo con Mounce y Wittgenstein


Und außerhalb der Logik ist alles Zufall
Y fuera de la lógica todo es accidental -casualidad.

Wittgenstein

La única necesidad estricta es, pues, la necesidad lógica. ¿Son las leyes naturales entonces puramente accidentales o contingentes? Sí. En varios sentidos:

  1. Efectivamente la ciencia –natural o cualquier otra que trate de hechos, como la historia- da razón de determinados hechos, y la manera en que lo hace es enlazándolos con otros hechos, pero estos enlaces carecen en sí mismos de necesidad lógica y son por tanto accidentales –al menos desde la perspectiva de la estricta necesidad lógica.
  2. La ciencia explica unos hechos enlazándolos con otros, pero la serie de enlaces es infinita y por tanto ha de quedar necesariamente inacabada esta tarea. De esta manera la explicación de cualquier fenómeno es siempre parcial y condicionada –contingente – y nunca total, incondicionada u absoluta.
  3. Lo más sorprendente estriba en que si la serie de fenómenos y enlaces fuese una serie finita y pudiésemos alcanzar a conocer la serie completa, entonces el conjunto total aparecería como inexplicable, como absolutamente contingente. ¿Como absolutamente enigmático?
  4. ¿Por qué el ser y no la nada?

6.371

Toda la moderna concepción del mundo se funda en la ilusión de que las llamadas leyes de la naturaleza son las explicaciones de los fenómenos naturales.

6.372

Así, la gente se aloja hoy en las leyes de la naturaleza, tratándolas como algo inviolable, justo como Dios y el Destino, fueron tratados en época pasadas.

Y, de hecho, ambos tienen razón y no la tienen: aunque la opinión de los antiguos es más clara en cuanto tiene un límite claro y reconocido, mientras el sistema moderno intenta que parezca como si todo estuviera explicado.

Wittgenstein. Tractatus logico-philosophicus

viernes, 21 de marzo de 2008

Lógica en Semana Santa.


La lógica, al contrario que cualquier otra ciencia, no trata de hechos, ni de una determinada clase de hechos. Existen hechos y objetos naturales, históricos, sociales, psicológicos, ¿matemáticos?... No hay hechos ni objetos lógicos.
La relación entre dos hechos –necesidad natural- no es un nunca una necesidad lógica.
Los hechos no pueden nunca verificar ni negar una necesidad lógica.
La realidad del mundo expresa su posibilidad lógica. Su necesidad o su imposibilidad no puede establecerse desde fuera a priori.

Al leer a Wittgenstein tengo la impresión de que a él no le preocupaba el hacerse entender por el lector. No creo que esto fuese motivado por alguna especie de orgullo o de desprecio, lo que me sugiere es que Wittgenstein al escribir intentaba exponer lo más claramente posible sus pensamientos por pura necesidad personal –lo que apenas conseguía con un grandísimo esfuerzo- y cuando conseguía esa claridad dejaban de interesarle. La escritura es para Wittgenstein la puesta en claro de su pensar, o mejor el pensar mismo expuesto en su forma más nítida y perfecta.

Esos pensamientos eran valiosos para él mismo. Si esos pensamientos contenían algo valioso para el mundo era un asunto que no concernía a él decidir –aunque desde luego él así lo debía considerar, puesto que los sometía al público. Y debía pensar que aquellos que los considerasen valiosos se encargarían de hacerlos llegar al mundo. Esta es la labor de gente como Mounce, cuya Introducción al Tractatus de Wittgenstein leo en estos días de capuchinos.

jueves, 20 de marzo de 2008

Ensoñación junto a la catedral

bandadas de pájaros en torno a la catedral
un rumor constante de juventud y verano

luego
todo se tornaba sucio y escaso
las flores en azarosos hierbajos
la incipiente lengua en algo incomprensible
y lejano
los hombres temblaban
parlanchines o silenciosos

no eran menos humanos.

lunes, 10 de marzo de 2008

Sr Rodríguez Zapatero.

Sr Rodríguez Zapatero:

Debería plantearse el echar un detenido vistazo a la educación. Si durante estos próximos cuatro años continúa la misma tónica del “todo va bien” y continúa dejando la planificación educativa en esos expertos pedagógicos movidos por el resentimiento hacia el conocimiento y la inteligencia, y por el desprecio hacia los contenidos de las disciplinas científicas –o humanísticas- y por el ninguneo a aquellos que deben trasmitirlos, la sociedad española va a ser profundamente dañada –ya lo está, pero nunca se toca el fondo pues no lo hay. En sus manos está invertir este proceso, quizá el problema más grave de España en este momento, aunque no venda, ni sea tan espectacular, ni capaz de volcar la atención de un país como otros.

Revise –ya sabemos que es difícil reconocer errores- esa Educación para la Ciudadanía que no tendrá –tal y como de momento está establecida- otro resultado que mutilar y deteriorar la disciplina de filosofía en bachiller y la Ética en la ESO. Plataforma en defensa de la filosofía.

Eche un detenido vistazo, échelo.

Ándele valiente, ándele.

sábado, 8 de marzo de 2008

Reflexión.

La corbata y su nudo, la mirada perdida, el carraspeo, el trabucarse, la sonrisa, las cejas, las babas, otra sonrisa, otra corbata, otra mirada y carraspeo, más sonrisas, más babas, cartelitos, porcentajes, otros pero diferentes. Tú más, no, tú. Más sonrisas, miradas, mandíbulas apretadas, más porcentajes acompañados de otros diferentes, más cartelitos. El gesto airado y la sonrisa. La niña y las buenas noches. Los ecos; aplausos, fotos y sonrisas.

Un rojo obsceno tiñe la pantalla.