viernes, 28 de septiembre de 2007

De ciudadanos, propietarios y cuatreros.


En El País de hoy expone Fernando Savater la razón de ser, los rasgos, los objetivos y algunas de las principales líneas de actuación del partido, UPD, que junto a Rosa Diez y otros ha fundado. Me han gustado algunas de sus reflexiones acerca de la manera en que los grandes partidos nos tienen en consideración a los votantes, impresiones que comparto con Savater. Son interesantes sus irónicas apreciaciones respecto a lo que consideramos democracia y de cómo cada vez son menos claras las referencias izquierda-derecha. Es de agradecer su claridad al referirse a la cuestión nacionalista y a los acuerdos con la Iglesia en un estado laico, lejos del paripé acomodaticio al que nos tienen acostumbrados los partidos dominantes. Como no todo iba a ser acuerdo -el pensamiento exige de la negación- lamento su “obcecación” en el asunto de la Educación para la ciudadanía -asunto que he tratado anteriormente en este blog-.

Destaco algunas de sus afirmaciones:

“los grandes partidos se ven a sí mismos como rediles donde encierran borregos de su propiedad y el que ofrece nuevas propuestas políticas es un ladrón de ganado”


“Confían más en la resignación del electorado que en el atractivo de sus programas: saben que la mayoría de la gente tiene que optar entre un partido que no le gusta y otro al que odia, esperando cada preboste que el suyo sea el que sólo no les gusta. De modo que se indignan si alguien rompe el cómodo maniqueísmo vigente.”


“Quisiéramos contribuir a fomentar la modestia democrática, según lo expresó muy bien Albert Camus: "Habría que dejar de mirarse el ombligo. Eso les dará a los diputados y a los partidos un poco de esa modestia que distingue a las buenas y verdaderas democracias. El demócrata, al fin y al cabo, es alguien que admite que un adversario puede tener razón, lo deja expresarse y acepta reflexionar sobre sus argumentos".


“que nos encasillen en la derecha o en la izquierda es la menor de nuestras preocupaciones: en este país, en el que el Gobierno socialista busca para su política económica el aval de los grandes banqueros y la oposición liberal se pasea del brazo con los obispos más integristas, lo de la izquierda y la derecha puede tomárselo uno sin grandes agobios”

Finaliza el artículo:

“nosotros no queremos dormir: al contrario, pretendemos tener a los ciudadanos bien despiertos, vigilantes y combativos.”

Que así sea.

Leer artículo completo Del dicho al hecho por Fernando Savater.

miércoles, 26 de septiembre de 2007

Sangre en Schönhauser Allee. Wladimir Kaminer.


Wladimir Kaminer es un autor poco conocido en España, pero en Alemania y sobre todo en Berlín es un verdadero autor de culto, sus libros, de gran éxito, se apilan en las librerías. De origen ruso, llegó a Berlín en los últimos años de la RDA. En sus libros encontramos una descripción humorística e irónica de los últimos años de la URSS, de la RDA, y también de la actual y “multiculturalista” Alemania reunificada. Al español se han traducido, sin mucho éxito, La Disco Rusa y Música militar, mi preferido es, sin embargo, Schönhauser Allee una colección de relatos muy cortos que narran la vida en esta popular avenida berlinesa.

Aquí os dejo uno de estos relatos:
Sangre en Schönhauser Allee

Mi amigo y tocayo Wladimir vive con su familia justo enfrente en la otra acera de la avenida Schönhauser. Algunas veces realiza el doble del camino para acompañarme hasta mi casa, o a veces yo para acompañarlo hasta la suya. Es de mi misma edad, compartimos el mismo nombre, ropas similares, y al igual que yo tiene una mujer y dos hijos. También su apartamento es casi idéntico al mío, fuma la misma marca de cigarrillos y compra los artículos de primera necesidad al mismo tiempo y en el mismo supermercado que yo. Lo único que nos diferencia es el hecho de que su mujer es llamativamente morena y la mía no. Recientemente durante la compra noté una nueva diferencia: Wladimir se había vuelto repentinamente vegetariano. Había comprado una gigantesca cantidad de verdura fresca, y parecía absolutamente infeliz. “No puedo ver más la carne” me dijo mientras permanecíamos de pie en la cola de la caja. En el camino de vuelta a casa me relató cómo había llegado a ello.


Hace aproximadamente una semana encontró en la autopista un jabalí que había sido atropellado. Setenta kilos de carne yacían en la carretera –así de simple. “Un regalo del cielo” pensó Wladimir y arrastró el animal muerto hasta el maletero de su viejo Mazda. Había reñido con su mujer por la mañana, debido a su acostumbrado mal humor matinal y quería ofrecerle el jabalí a modo de reparación para hacer las paces:“Un regalo para ti, querida” algo así debía imaginarse Wladimir. Cuando paró para repostar en un área de servicio, el dueño le hizo notar: “ Quizá debería echar un vistazo a la gota de sangre del maletero”, “gracias, está todo bien, estoy al corriente” respondió Vladimir y sonrió amistosamente. El hombre no dijo nada más y tampoco quiso recibir de Vladimir ningún dinero por la gasolina

Cuando llegó a la Schonhauser Allee, era muy tarde. Debió arrastrar, sin ninguna ayuda, el jabalí hasta el cuarto piso, y algunas veces rodó junto con el animal escaleras abajo. Cuando por fin llegó arriba estaba completamente extenuado. La escalera y sus ropas llenas de sangre. Y con todo ello llegaron las primeras dudas:¿ Quizá no fuera tan buena idea regalar el jabalí?. Pero era ya demasiado tarde. Imposible deshacerse del cadáver. Su mujer no estaba en casa, y los niños estaban ya acostados en la cama. Wladimir dejó el cerdo en la bañera, tomó todos los trapos que pudo encontrar en la casa y corrió escaleras abajo para tratar de limpiarlo todo.

Entretanto los vecinos, alarmados, habían avisado a la policía. Habían escuchado la pelea de la mañana y estaban convencidos de que Wladimir había asesinado a su mujer. Cuando la unidad de la policía criminal llegó y vio las salpicaduras de sangre ante la casa, pidió rápidamente refuerzos. Armados hasta los dientes los agentes tomaron al asalto la casa y encontraron a Wladimir en la escalera con un cubo de agua y un trapo en la mano tratando de limpiar la sangre. “Yo lo dejo todo bien de nuevo” prometió Vladimir a los policías. Sin embargo, ellos le colocaron las esposas, y lo anestesiaron un poco –por seguridad. Después, los policías siguieron las huellas de sangre escaleras arriba y descubrieron el jabalí en el cuarto de baño.

“ Pero esto no es su mujer” se extrañaron ellos.

“No”, replicó Wladimir, “ mi mujer es morena”

“¿ Y dónde está ahora?

“No lo sé” respondió Vladimir cautelosamente

Los policías arrastraron el animal muerto desde el cuarto hasta abajo. Mi doble- acompañante debió, naturalmente, acompañarlos hasta la comisaría en calidad de presunto culpable. La posibilidad de un suicidio ni se planteaba. Finalmente Wladimir pudo salir relativamente sano y salvo de la historia con dos mil marcos de multa. Pero ahora no puede ver la carne y tampoco hace ya ningún doble paseo hasta mi casa.

Así pues, ahora, permanezco frente al mostrador de la carnicería completamente solo.
Wladimir Kaminer
Traducido del alemán por Serenus Zeitbloom

viernes, 21 de septiembre de 2007

Berlín, Berlín.

Dos paseos por Berlín. El primero, en barco a través del Spree con el romanticismo del agua, permite captar la famosa atmósfera berlinesa; Berlín, ciudad de contrates -recomendado para ánimos melancólicos y nostálgicos. El segundo, una recreación en tres dimensiones que recorre algunos de sus monumentos emblemáticos: la Fernsehturm -la torre de televisión junto a Alexander Platz- , el Rotrathaus – Ayuntamiento Rojo-, la Berliner Dom - catedral de Berlín-, la Gendarmenmarkt con sus dos catedrales frente a frente, el Reichtag -parlamento-, el edificio Sony en Potsdamer Platz, el Holocaust-Denkmal -el monumento al Holocausto-..
1.

2.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Por el mar corren las liebres...


Curioso titular el que recoge el periódico Información de Alicante; uno no sabe qué pensar, ni por dónde empezar..
Camps dice que Educación para la Ciudadanía se dará el curso que viene en inglés.

O sea que si pierden, entonces harán tal. Ya casi nos habíamos acostumbrado a que los políticos antes de las elecciones nos hiciesen promesas que luego llegados al poder no cumplían (los ya legendarios 800.000.. y otras) pero esto de hoy ya es surrealista: ¡lo que harán si pierden!.. y con esto qué pretende, ¿ganar?.

Un amigo me dice que esto no es surrealismo sino gamberrismo..yo qué sé, qué sé yo..

En la versión impresa nos dicen que serán los profesores de ética y filosofía los que deberán impartirla, ¡en inglés!. Habrá, pues, que formarlos: al matricularte en los próximos cursos del Cefire de risoterapia o mediación te entregarán un diccionario y una versión bilingüe de la “Cocina de Argiñano”. ¿Será por esto que El País y El Mundo se han lanzado a la cruzada “anglizante”?. Que no te enteras....que en la vida real no hay subtítulos -al menos en castellano!

La noticia viene de “Información”, quizá sea “Opinión”. No quiero pensar que sea “Intoxicación”.

En tiempos electorales todo se confunde.