domingo, 12 de julio de 2009

en la frontera



Con algo de retraso he acabado Ciudades de la llanura de Cormac McCarthy, y con él he puesto fin a la denominada Trilogía de la frontera, completada por Todos los hermosos caballos y En la frontera. (Seguir el correcto orden en su lectura es imprescindible y es cosa que no queda demasiado explícito en las ediciones DeBolsillo). Los he leído sin lápiz, sin tomar notas, sin subrayados ni anotaciones. Pero dejaré algunas impresiones para animar a su lectura -y para que me cuenten..

La Trilogía es el retrato de un mundo y de unos hombres ya extinguidos o en el borde mismo de la extinción . El espacio físico ha sido tratado con diferentes coordenadas temporales en Meridiano de sangre y en No es país para viejos, este último se puede enlazar con la trilogía –de hecho el Sheriff protagonista es un representante de ese mundo descrito en la trilogía; sus reflexiones, su sorpresa y su decepción, se pueden entender a la luz de este mundo de la trilogía y de los personajes y sucesos que lo pueblan-

De los tres volúmenes “En la frontera”, el más “filosófico” de los tres, es una historia repleta de historias, el más denso y de mucha mayor complejidad de contenido –también el más voluminoso- , Todos los hermosos caballos –primero de la trilogía- es de una lectura mucho más liviana, aúna las aventuras y un completo retrato del mundo y la vida en los ranchos y en México. Mientras que Ciudades de la llanura no puede ser leído sino como culminación de los anteriores, y por sí solo carece de entidad.

La obra de McCarthy es muy compleja, con aportaciones y lecturas muy diversas, pero lo que yo destacaría –lo que a mí más me llega e impresiona- de estos libros es su impacto “cosmológico”, su sensibilidad poética y filosófica. La sensación permanente de extrañeza del mundo y ante el mundo. Esta sensación de extrañeza está siempre presente en sus descripciones de la naturaleza y de los ciclos temporales... “nosotros mismos somos nuestro propio viaje. Y por eso somos también somos el tiempo. Somos como el tiempo. Huidizos. Inescrutables. Despiadados.”

“ Toda muerte suple a otra muerte. Y puesto que la muerte nos llega a todos el único modo de mitigar el miedo que nos causa es amar a aquel que nos suple. No estamos esperando que se escriba su historia. Pasó por aquí hace mucho. El hombre que es todos los hombres... ¿Amas a ese hombre? ¿Querrás escuchar su historia?.”
McCarthy

jueves, 9 de julio de 2009

Desarrollo lógico-dialéctico de la optatividad.


En cierta manera es un desarrollo lógico lo que sucede. En las optativas que introdujo la Reforma Logse a algunos nos pareció ver una compensación por la pérdida de horas de filosofía, para muchos –filósofos prologse inclusive- era una forma de actualizar los contenidos filosóficos, que juzgaban obsoletos -anclados en la metafísica o en la aridez de la lógica-, también de proporcionar materias específicas a titulaciones emergentes, psicología, sociología... hasta algunos “pragmáticos optimistas” veían en ello una manera de ganar horas para los departamentos de la filosofía. Pero la realidad es que lo que desde el principio tenían a la base era el desdén por los contenidos filosóficos, conceptos, métodos y actitudes. Es esta verdad primera lo que ha surgido a la luz en este devenir –a la manera hegeliana. La filosofía acaba siendo fagocitada y sustituida por los prejuicios ideológicos y las concepciones sociales y políticas que estaban a la base de aquella nueva ordenación. Lo que aquí es más destacable es que sea precisamente un gobierno “no-logsiano” el que está culminando la tarea. Debe ser la lógica dialéctica y la astucia de la razón –que actúa a través de lo "otro" y de la negación-. O quizá, simplemente, dadas las masivas críticas que ha tenido el proyecto de la ciudadanía en inglés, es la forma en que nuestros gobernantes han querido congraciarse con los modernos-defensores-propulsores de la nueva pedagogía. O quizá que las orugas se han comido hasta el último pimiento.

Me da que es lo último.

miércoles, 8 de julio de 2009

Una plaga de orugas



Uno no debería escribir sobre educación en estos meses de verano, pero acabo de leer Que nos la meten doblada en Antes de las cenizas.

Lo que desde supuestos “pedagógicos” se está haciendo en el sistema educativo español –y en especial con la filosofía- es una verdadera tropelía. Como una verdadera plaga de orugas en un cultivo están dispuestos a no dejar ni un brote de cultura. El origen de todo este desmán está en los iluminados impulsores de la LOGSE; tuve el “honor” de impartir Reforma cuando todavía estaba en fase experimental y el disparate se veía venir, ahora estamos en su segunda versión: la LOE –más nefasta aún-. Pero lo peor es que el espíritu ha calado muy hondo, a estas alturas todos los partidos políticos participan de esta concepción “socio-psico-pedagogista” . Desde principios de los noventa los defensores de esta “nueva pedagogía” vienen enarbolando una consigna: “¡contra los contenidos!” que después matizaron “ ¡contra los contenidos conceptuales¡ ¡demasiados conceptos! “ . Y esto, traducida la jerga pringosa a vulgar castellano, significa: “contra la cultura”, “demasiada cultura”.

Y, usted –si no es del gremio- se preguntará, ¿por qué habían de tener estos señores socio-psico-pedagogos y sus coros efiálticos nada contra la cultura?. La respuesta es sencilla, lo que tienen contra la cultura es su carencia de ella; porque quien tiene cultura clásica no quiere eliminar el latín y el griego de los institutos, quien gusta de la buena literatura no quiere eliminar a los grandes autores de los institutos y de las escuelas, quien disfruta con la filosofía no quiere desterrar a Platón ni a Kant de los institutos, y lo mismo con el arte, la música... y la ciencia.

Pero estos "nuevos educadores" nos quieren dejar a cambio pseudocultura, ideología y “actividades dinámicas”. Mariposas, y no otra cosa.