Nuevo diamante en bruto, o perla cultivada, de los paladines señeros de la pedagogía oficial –presuntamente progresista. Veamos la sospechosa conclusión de un artículo dedicado a desacreditar el llamado movimiento homeschooling, cuyos miembros pretenden educar a sus propios hijos en casa:
“Piénsese en la ofensiva del ultraconservadurismo contra la Educación para la Ciudadanía. Si hoy se objeta la asignatura, ¿por qué no mañana a una escuela impregnada de su espíritu? La escuela es más que un proveedor de desarrollo personal: es un mecanismo de cohesión social.” Mariano Fernández Enguita en El País
Aquí no pretendemos tratar el tema de la educación en casa –tema del que se puede encontrar abundante información -y debates- en la red. Pretendemos comentar el párrafo del sociólogo porque revela prístinamente ciertas inclinaciones sospechosas que nos pasan desapercibidas embotados como estamos de tanta verborrea oficial.
1. La ofensiva del ultraconservadurismo contra la Educación para la Ciudadanía.
No dice que sea exclusiva del ultraconservadurismo. Pero prácticamente en todas las referencias de El País y medios afines se quiere identificar oposición (o simple cautela) a EpC con ultraconservadurismo. De hecho se hacen poco eco de las críticas que esta disciplina tiene entre muchos profesores de filosofía (que no son, creo yo, la mejor representación del ultraconservadurismo ibérico) porque se pretende diluir la filosofía ( disciplina más cercana al librepensamiento que a las sotanas) en el "Área de ciudadanía". De este “Área” hablamos en los puntos siguientes.
2. Si hoy se objeta la asignatura, ¿por qué no mañana a una escuela impregnada de su espíritu?
Vaya que el problema es ese: los homeschooler se apartan de una escuela imbuida del espíritu de la Ciudadanía y de sus profesores que serán, sin duda, los sacerdotes que han de inculcar ese “espíritu”. [Acabará por parecernos cierto lo que creíamos un infundio] Ya vamos viendo claro, se presiente la revelación final:
3. La escuela es más que un proveedor de desarrollo personal: es un mecanismo de cohesión social. [ Repare el lector hasta donde puede llevar el argumento “trituradora” de la cohesión social]
En fin, esta es la verdad bien redonda y el fin de toda la ideología oficial pedagógica y su producto estrella la EpC, epifanía del espíritu. De lo que se trata fundamentalmente es de conseguir cohesión social, el desarrollo personal es mera calderilla, cuando no un obstáculo en el camino hacia el Ciudadano [querido, soñado... cohesionado... domado]... y el espíritu de rebaño. ¡Mon dieu! ¡por las barbas de los peces!
A esta gente se les viene viendo, desde algún tiempo, el plumero completo.