sábado, 21 de mayo de 2011

¡Me cagüen la leche!

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Me he acercado a la plaza con la intención de indignarme un tanto y soltar algún taco. Pero aquí no habían más de un centenar de -en su mayoría- jóvenes tranquilos, y lo caluroso del mediodía invitaba más a recostarse en el cesped que a inflamar el sentimiento. No sé si lo que ocurre en Sol perdurará más allá del domingo o de algunas semanas, si crecerá o languidecerá, ni hacia donde se dirigirá... pero creo que la situación política bien merece más que una protesta y un pataleo; un airado -y sostenido- " me cagüen tó" mirando a los ojos de la desfachatez de la clase política y de las élites económicas y financieras. Porque entiendo que todo esto va por ellos; va por ustedes: ¡Me cagüen la leche!.





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