miércoles, 12 de septiembre de 2012

Independencias, el orgullo y el monedero

Un viejo conocido y amigo de este blog se preguntaba en facebook por qué España teme a la autodeterminación de Cataluña. Tengo la impresión de que no la temen menos los mismos que se proclaman independentistas. Da para pensar que la más explícita y numerosa manifestación por la independencia catalana coincida con la mayor crisis económica reciente de España. Me lleva a pensar que los independentistas están bastante indecisos -no es éste el concepto preciso-, quieren y no quieren la independencia: hacen como que la piden, pero no la piden con mucha firmeza ni urgencia... -al menos por el momento- no fuese a ocurrir que la obtuviesen. No niego que en su fuero interno y a largo plazo no deseen la independencia, pero de momento no van tan lejos, quieren otras cosillas. El corazón puede esperar.

No descuiden la faltriquera en este trajín de emociones.

2 comentarios:

Joselu dijo...

No sé, Serenus, los que vivimos aquí y no nos sentimos identificados con el sentir patriótico pensamos que hay que empezar a recolocarse ante lo que pudiera venir. No sé si Artur Mas se atreverá a dar el paso decisivo de aprobar en el Parlament una declaración de independencia tras realizar nuevas elecciones. Sería bueno que pusiera en su programa electoral su objetivo real. Así sabríamos a qué atenernos. Estaría bien en todo caso que fuéramos capaces de mirar las cosas con humor, pero me temo que los españoles estamos mal dotados para la ironía. Bien por tu escrito que la tiene, pero no sé si acierta. Los ánimos están cargados por aquí y personas habitualmente sensatas e incluso votantes del PSC reclaman esa independencia. ¿Hasta que punto estarán dispuestos a arriesgar? Porque sin riesgo no caerán las peras del árbol.

Serenus Zeitbloom dijo...

Joselu

No se puede adivinar el futuro. Pero no creo que CIU arriesgue nada. Nada de nada. Sin en el apoyo (económico y político) de alguna potencia -Francia, Alemania- no creo que sea factible la independencia, y no tengo claro que con Francia les fuese mejor. Van a encabronar un poco más las relaciones con el resto de España y nada más. Intentarán sacar alguna prebenda más y seguir como siempre: juntos, pero peleaos... ni contigo ni sin mí.

Y bueno supongo que los catalanes no independentistas tendrán algo que decir.