Imagino que ya están ustedes al tanto del milagro pedagógico alumbrado en la era Internet: La teoría del clic en Google [con magníficos antecedentes en el campo de la fantasía erótica] se encuentra resumida en la extendida expresión: “¿y eso para qué, si con un clic en Google lo tienes todo todito?” Verbigracia, que no conocemos la teoría de la relatividad, pues nada, clic en Google ¡comprendida! Y a otra cosa mariposa, que no comprendemos el Tractatus de Wittgenstein, pues nada clic en Google y ¡asimilado!. Que no hemos leído El Quijote clic, clic, clic y la historia de la literatura de las bibliotecas digitales a la mollera. Que tenemos problemas con la formulación química, pues eso, clic, clic, clic. Helo aquí el secreto alquímico de la trasmutación de todos los metales en oro, el mágico alambique que convierte las letras y las imágenes "a simultáneo" en conocimiento.
Sin embargo siempre hay espíritus negativos que recelan del progreso para conservar sus oscuros y necios privilegios. Vean con que meridiana claridad lo expone el otrora presidente de la Junta de Extremadura y hoy paladín sin par de las TICS:
“Cualquier joven de 20 años entiende, por ejemplo, que es un disparate seguir rompiéndose las muñecas tomando apuntes en las clases magistrales, cuando un simple clic en cualquier buscador de Internet ofrece miles y miles de páginas, mucho más atractivas para su forma de aprender y entender, que los famosos apuntes manuales a los que tan aficionados son los que reclaman autoridad para el profesor y no para el cacharro (ordenador) que da más información sobre cualquier tema académico que el que puede acumular una persona a lo largo de toda su vida.” Progresistas y tecnologías de la comunicación
El señor Ibarra y yo hemos conservado milagrosamente las muñecas, pero nuestros jóvenes, quizá sus hijos, querido lector, corren verdadero peligro en manos de esos fascistas reaccionarios del apunte manual que reclaman autoridad. ¿Autoridad? ¡Habrase visto!¡Cuánto facha, joer!
PD. Una minuciosa respuesta al artículo Progresistas y tecnología la pueden encontrar en Deseducativos, El mito del progreso y las nuevas tecnologías por Juan Pedro Viñuela
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Sin embargo siempre hay espíritus negativos que recelan del progreso para conservar sus oscuros y necios privilegios. Vean con que meridiana claridad lo expone el otrora presidente de la Junta de Extremadura y hoy paladín sin par de las TICS:
“Cualquier joven de 20 años entiende, por ejemplo, que es un disparate seguir rompiéndose las muñecas tomando apuntes en las clases magistrales, cuando un simple clic en cualquier buscador de Internet ofrece miles y miles de páginas, mucho más atractivas para su forma de aprender y entender, que los famosos apuntes manuales a los que tan aficionados son los que reclaman autoridad para el profesor y no para el cacharro (ordenador) que da más información sobre cualquier tema académico que el que puede acumular una persona a lo largo de toda su vida.” Progresistas y tecnologías de la comunicación
El señor Ibarra y yo hemos conservado milagrosamente las muñecas, pero nuestros jóvenes, quizá sus hijos, querido lector, corren verdadero peligro en manos de esos fascistas reaccionarios del apunte manual que reclaman autoridad. ¿Autoridad? ¡Habrase visto!¡Cuánto facha, joer!
PD. Una minuciosa respuesta al artículo Progresistas y tecnología la pueden encontrar en Deseducativos, El mito del progreso y las nuevas tecnologías por Juan Pedro Viñuela
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11 comentarios:
No hay aplicación tecnológica que sustituya al esfuerzo personal de leer El Quijote, Nietzsche o Pío Baroja. Estos como el que citas son defensores de la barbarie tecnológica que nos hace ignorantes y superficiales.
Sí Joselu, pero aparte de la superficialidad fíjate en como se aprovecha cualquier excusa para tirar de las orejas a los docentes.
¿Por qué molesta tanto a algunos "la autoridad" del docente?
Me recuerda un sketch de la pasada nochevieja en que se propugnaba la invasión de Portugal de "a pocos" con el "merme".
Saludos Joselu, ya ves que por aquí empezamos el año en la misma tónica.
Hubo un tiempo, aunque cueste creerlo, en que no existía Google. Yo era profesor y encargaba trabajos de investigación a mis alumnnos que solían ser apasionantes en sus resultados. Desde que existe Google pocos trabajos dejan de ser una copia infame, sin reflexión personal alguna. La era digital ha abierto nuevos caminos pero ha cerrado otros más artesanos y comprometidos. Es demasiado fácil y cuesta tanto pensar y además ¿pensar para qué?
Creo que todo lo relacionado con la tecnología va tan deprisa que no nos da tiempo a asimilarlo. Yo utilizo mucho el ordenador para mis actividades personales y profesionales, pero poco con mis alumnos. No tenemos las prometidas pizarras ni los ordenadores por aula, y si la señora Aguirre hace caso a su colega valenciano ya tiene otro argumento más, aparte de la socorrida crisis, para no dárnoslos. En cualquier caso, utilizar esos adelantos implica un cambio en los docentes. Supongo que, como todo, su aprovechamiento depende del modo de utilización. Creo, como Joselu, que una pantalla, por maravillosa que sea, no sustituye el esfuerzo personal. Facilita unas cosas y empeora otras. Favorece la copia sin más y no te avisa de los muchos errores que se cuelan en cantidad de páginas. ¿Tiene algo que ver con la autoridad del profesor? No sé, no veo la relación directa. Es cierto que niños y adolescentes nos llevan la delantera en el uso de estos cacharros, pero eso no significa que nos puedan sustituir.
Un saludo.
Yolanda
Se dice muy alegremente eso de que los niños y adolescentes nos llevan ventaja en el uso del ordenador. No lo creo así, la gran mayoría apenas usan el ordenador para nada que no sea conectarse con el MSN o con el Twenty. Por supuesto existe una minoría con muchos conocimientos, pero también se da entre profesores –y en mayor medida. Los nuevas tecnologías son eso: meros recursos técnicos, nada más. Lo que me maravilla es ver como se utiliza cualquier asunto para dar cachetes a los docentes, y entre nosotros mismos hay mucho fustigador –y autofustigador. Por cierto que al interesarme por la formación del señor Ibarra me encuentro que está relacionado con el infausto gremio del “enseñar a enseñar”, dentro de poco “enseñar a enseñar a buscar”; en fin, está bastante claro de donde sopla este viento de superficialidad
¡Cáspita, Serenus! Nos traes aquí a las señoras de Milo Manara y te quedas tan pancho. Y yo me tengo que representar a las susodichas y al expresidente de la Junta extremeña encontrándose en la misma neurona, y claro, después que si le ha dado un siroco, que si es epilepsia tardía... ¿Tú te acuerdas de la escenita de los servicios? Vamos, que si Rodríguez Ibarra llega a pensar que su artículo nos lleva a esto se mete el ratón...
Antonio, cosas de los novísimos pedagogos. Y lo que nos queda por ver y recordar.
Me parto con la imagen.
Me pregunto qué opinión tendrán acerca de laS EXpO siciones orales de toda la vida cuando se popularice el software text-to-speech.
La lengua, así como las muñecas, se usarán donde se tengan que usar y solamente cuando se tengan que usar. Ya estoy viendo el siguiente cursillo.
Querido Serenus:
llevo unos días circulando por aquí y dando vueltas a lo que cuentas. Mi primera respuesta es - la puedes imaginar: ¡Qué pereza! ¿Todavía seguimos con las tontunas de la nuevas tecnologías aplicadas a la educación? ¡Qué tedio! ¡Ahora que tenemos un pacto nacional sobre el tema creí que nos iban a dejar tranquilos! Spleen, langeweile...
Nada quiebra la exigencia del trabajo y esfuerzo meditante, memorístico, creador... ¡Es todo tan evidente que los textos que citas parecen sarcasmo o astracán (no, no son esperpento porque Ramón del Valle es más).
Me hablaban de un tipo que, con pretensiones artísticas, metía sus imágenes en el Corel o el Photoshop y aplicaba todos los comandos. Nadie duda de la posibilidades del photoshop pero... ¿genera arte esa aplicación papanatas? Pues lo mismo con las jodidas TIC.
(Por cierto creo que te inventas la polémica ibarriana para sacar a la luz el Clic de Manara y desvelar medio perversillo- medio melancólico (¿se puede ser medio perverso y medio melancólico?) algunos de los complejos míticos de otros tiempos... Me veo (¿ a mediados de los 80?) leyendo el comic. NUnca fui muy de Manara pero la señorita del Clic me hacía gracia. Sin ofender a nadie.)
Un saludo
Por cierto, el ministro Gabilondo, antes de ser ministro, estaba contra el nuevo máster en educación. Va en serio. Podéis verlo aquí:
http://manuelhernandez.upyd.es/
"Una perla pre-ministerial"
Leicca,
Habrá que hacer cola para ser admitido en los cursillos del nuevo paradigma.
Lug, me ha pillado usted.
Neuschwanstein, oportuno enlace. El problema de los indiscernibles y donde dije digo...
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