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Leo el País Semanal y compruebo que la señora Rosa Montero nos obsequia con su mala obra del día; una nueva pedrada a favor de la barbarie y del descrédito de la cultura en España. ¿Será consciente? me temo que sí, pues estas cosas se realizan por encargo. Del argumento de la señora Montero se desprende no sólo que deberíamos retirar de los cursos de bachiller el Quijote y la Celestina, sino que con ellos deberían retirarse –y con más razón si cabe- a Platón, a Descartes, a Kant… y también las matemáticas, la física y algunas más, pues como “pestiños” no se quedan atrás.
Pero quizá la responsabilidad de estas cosas está en los propios profesores de literatura que ya llevan algunos años que en las pruebas de selectividad, y en los cursos preparatorios para las PAU, se dedican a proponer análisis de los artículos de Rosa Montero.
En fin, qué pena.
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Leo el País Semanal y compruebo que la señora Rosa Montero nos obsequia con su mala obra del día; una nueva pedrada a favor de la barbarie y del descrédito de la cultura en España. ¿Será consciente? me temo que sí, pues estas cosas se realizan por encargo. Del argumento de la señora Montero se desprende no sólo que deberíamos retirar de los cursos de bachiller el Quijote y la Celestina, sino que con ellos deberían retirarse –y con más razón si cabe- a Platón, a Descartes, a Kant… y también las matemáticas, la física y algunas más, pues como “pestiños” no se quedan atrás.
Pero quizá la responsabilidad de estas cosas está en los propios profesores de literatura que ya llevan algunos años que en las pruebas de selectividad, y en los cursos preparatorios para las PAU, se dedican a proponer análisis de los artículos de Rosa Montero.
En fin, qué pena.
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6 comentarios:
"Pero dificilísimos de digerir a esa edad"
C*ñ*, qué descubrimiento: como todo en la escuela. Como que para "digerir" (bonita metáfora) lo que se enseña en los colegios e institutos se necesita nada más y nada menos que ¡¡¡UN PROFESOR. O PROFESORA DISPUESTO A EXPLICARLO!!!
En este caso, si el susodicho es de lengua y LITERATURA, casi que mejor porque así aprovechamos esas horas suyas para estos textos que son "verdaderamente maravillosos" como bien dice esta señora (aunque no diga muy bien por qué lo son).
¿Que no lo aprovechan en su momento? Uf.. yo me quedo con la metáfora de que lo que se intenta es SEMBRAR. Y luego ya veremos si las semillitas florecen o no florecen. De lo que no se trata es de CORTAR FLORES Y COLOCARLAS DIRECTAMENTE EN LOS FLOREROS. Y es que últimamente las flores no les hace falta ya ni que sean naturales. De plástico guarrindorro cuelan igual.
En fin.
Voy a hacer (un poco) de abogado del diablo:
Si lo que queremos es, sobre todo, sembrar (promover el hábito de buena lectura), quizá fuera bueno que nos preguntáramos cuál es (no cuál queremos que sea) el tipo de lectura más eficaz para esa tarea.
Podríamos añadir a los ya clásicos (Cervantes, etc.) algún que otro libro más actual, sin perder de vista la calidad literaria, desde luego.
En los últimos años de colegio tuve dos tipos de lecturas obligatorias: o bien a Arniches, Lorca y compañía (un poco tostones para mí incluso a día de hoy, me declaro culpable, señoría), o bien a Coelho y demás escritores de la New Age (muy entretenidos pero... ejem, ejem). Creo que añadir un término medio no estaría mal. Propongo algo de ciencia-ficción o novela histórica.
Realmente soy muy pesimista. Creo que Rosa Montero tiene razón. Llevo treinta años enseñando literatura y he visto cómo muchachos de dieciséis y diecisiete años podían digerir La Celestina, disfrutar el Cantar de Mío Cid, El Quijote, obras de Shakespeare, Dostoievski, etc... y ahora soy consciente de que esos textos se les han hecho opacos. Rosa Montero no sabe de qué habla pero tiene razón. Un profesor habitual de este blog reconocía que a sus alumnos de bachillerato les hacía leer con éxito una versión "adaptada" de La Celestina, evitando lo farragoso del texto original. Mucho me temo que la realidad es ésta. Se ha perdido una enorme capacidad de percepción de la riqueza del lenguaje, más si es medieval o clásico, y ahora lo que se entiende son versiones arregladas que no supongan dificultades añadidas. Los clásicos habrán de ser reconstituidos para ser asimilados. Me pregunto cómo era posible que hace veinte años esto no supusiera dificultad alguna, y ahora es inabordable. Dicen que internet nos hace más sabios a todos, aunque yo tengo mis dudas; pero la realidad es que hay que rendirse a la evidencia y darles a nuestros muchachos obritas sencillas con pocas páginas, letra grande, ideas morales que les eduquen en el pensamiento correcto, y olvidar los clásicos. Ya no son de este tiempo. La cultura del pasado si no es pasada por el turmix y envasada como las hamburguesas del McDonald está muerta. Es nuestro tiempo. Pero probablemente yo esté influido por el sentimiento que señalaba Manrique de "que a nuestro parescer cualquier tiempo pasado fue mejor". Así que no me hagáis ni puñetero caso. Son divagaciones absurdas de un anacrónico carente de capacidad de entusiasmo y pensamiento positivo.
Toda la argumentación de Rosa Montero es falaz, cualquiera diría que nuestros alumnos de secundaria y bachiller no leen otra cosa que a los clásicos. Y precisamente ocurre lo contrario, son muchas las materias en que se proponen lecturas y la gran mayoría de ellas son ajenas a los clásicos, porque no nos engañemos los profesores que leen a los clásicos son también una estricta minoría. Así que no está de más reservar algún espacio a los clásicos dentro de las materias de lengua y literatura. Las opiniones de Montero –al igual que las comentadas aquí de Verdú- hacen un flaco favor a profesores y estudiantes, porque refuerzan una opinión generalizada que desvaloriza no solo la literatura, sino el arte y el conocimiento. Por supuesto que los alumnos tienen dificultades para entender a Cervantes, a Velazquez, a Picasso, a Kant y a Newton, a Darwin, por eso, como señala leicca, son necesarios profesores –no simples animadores juveniles. Parece que gente como Montero y Verdú han dado con la "solución final" al problema de la escasa lectura en España: prohibir a las clásicos.
En fin, ¿han reparado en la fealdad de la expresión “animación a la lectura”..?.
En lugar de responder, os ruego encarecidamente que leáis esta entrada, no se puede responder mejor a Doña Rosa.
Disculpen otro comentario. Éste me lo hizo un amigo, profe de lengua, ayer, y no puedo dejar de repetirlo:
"Como si el problema fuera ése: que los alumnos se están leyendo el Quijote, los pobres. Directamente no sabe de lo que está hablando."
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