miércoles, 13 de abril de 2011

Mentar la bicha

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No hace mucho he defendido la idea de que al finalizar su ciclo de escolarización obligatoria el alumno debería tener algunos conocimientos básicos acerca del medio social, político y jurídico -nacional e internacional- en el que vive y que me parecía tan esencial ese conocimiento como que el alumno conozca el medio geográfico y natural. He sugerido también que la materia de Educación para la ciudadanía debería contribuir a tal objetivo.

Las respuestas que ha obtenido ese pequeño escrito han dejado patente que la polémica respecto de EpC continúa viva.

Entre las respuestas quiero destacar la de Angel Martín, sin duda una de las más cuidadas, perspicaz y expuesta en forma racional y argumentativa.

Esta ha sido mi contestación:

Antes de nada deseo agradecer a Angel su interés por mis tribulaciones; el que comprendiéndolo lo leyera y además lo contestase cumple con creces las aspiraciones de un texto que fue escrito con la esperanza de suscitar alguna lectura y alguna respuesta tan perspicaz como la que nos ocupa.

Lo cierto es que puedo suscribir la práctica totalidad de lo que Angel expone. No obstante haré algunas precisiones: la principal es que la cuestión que me parece más relevante es la primera: " ¿Consideramos necesario que el alumno al finalizar su ciclo de escolarización obligatoria tenga conocimientos básicos acerca del medio social, político y jurídico -nacional e internacional- en el que vive?", que precisamente no es tratada pero parece que el autor de la respuesta acepta, aunque apunta que también esta cuestion podría ser contestada negativamente y supongo que sustentada con argumentos racionales -naturalmente me interesan tales argumentos.

La segunda cuestión que planteo [¿Puede una asignatura como Educación para la ciudadanía contribuir a este propósito?] no tiene a mi entender demasiado empaque. Y se seguía de mi respuesta positiva a la primera cuestión -sin mucha profusión de argumentos, lo reconozco,"me parece tan esencial ese conocimiento como que el alumno conozca el medio geográfico y natural"-. Con mi respuesta a la segunda cuestión sólo trataba de darle una utilidad razonable a ese espacio real que ocupa la EpC en los planes de estudios: ¿no podría servir a aquel objetivo?.

Coincido con Ángel en que para alcanzar dichos contenidos y objetivos no necesitamos salir de las ciencias sociales, por supuesto [el problema es simplemente de facto, de la necesidad de una ampliación de ciertos contenidos ]. No pretendo [ y agradezco que el autor de este post me exima explícitamente de esa pretensión] enmendar la plana a ningún colectivo, pero tampoco es descabellado que también el departamento de filosofía pueda hacerse cargo de esos contenidos y objetivos, al fin y al cabo impartimos (quizá habría que interpretar el verbo en pasado) Sociología en segundo de bachiller sin mayores problemas de conciencia. Además comprenden contenidos jurídicos que no pertenecen específicamente a ninguno de los departamentos citados y tampoco están ausentes los contenidos filosóficos -su limitación vendría dada simplemente por la edad y madurez propia del alumno al que van dirigidos ( sea de segundo, tercero o cuarto de ESO) y al que deberían adaptarse.

Por descontado que no me preocupa demasiado si esos contenidos los englobamos bajo el rótulo de EpC o por el de Fundamentos jurídico-políticos del mundo contemporáneo... o Introducción a ..... Lo esencial es determinar qué contenidos son pertinentes, qué objetivos se cumplen o no y cómo podrían mejorarse.

Respecto al asunto de lo descriptivo y lo valorativo. No pretendía yo argumentar ni en favor ni en contra de tales distinciones. Con la denuncia de "supuestos ideológicos nada científicos presentes en el curriculum de la materia y que hacen de ésta una forma de ideología de cariz adoctrinante más que un campo de conocimiento abierto a la verdad y a la crítica." ... me refería simplemente a la aceptación dogmática de ciertas valoraciones y al presunto parcialismo político.

Muy interesante me ha parecido la conclusión de que una disciplina tal "solo puede tener espacio como encomio o panegírico, es decir, como un género retórico". En efecto, se sigue de las premisas que se enuncian, pero espero que no estemos obligados a tener que aceptarlas necesariamente.

Por último sí quiero contestar a la cuestión de qué concepción de la ética y de la filosofía defiendo. Podría decir que ninguna, pero simplemente lo ignoro. Sí sé que en su origen está la vivencia (conciencia) de esa tensión entre Diógenes y Aristipo, de Sócrates con Gorgias, de Aristóteles con Platón, del imperativo catégorico y el utilitarismo, de Schonpehauer y Hegel... o de Wittgenstein consigo mismo.

Un cordial saludo.
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