Investigada una piara de cerdos que celebraba, hasta altas horas de la madrugada del sábado, la aprobación de la Lomce. Se confirma: no era la de Epicuro.
Es que ya no te puedes fiar ni de tu gente -ha declarado aliviado el conocido filósofo hedonista.
6 comentarios:
Hace poco que he descubierto tu blog, lo que me dice que estoy perdiendo la facultad de saltar, buscar y encontrar. Pero me alegra haberlo hecho en estos tiempos en que la filosofía anda maltrecha y desatendida por los próceres culturales que tenemos en el Gobierno (El de Cataluña también: padezco doble de recortes y de derechas, quizás así me gane dos veces el cielo). Para acabarlo de estropear te encuentro con un interés compartido por la lengua alemana. Esto no tiene remedio: me gusta tu blog y lo recomiendo via facebook y en el mío propio, más escolar, pero que intenta tener también un compromiso contra lo que sucede. Lo de contra supongo que se entiende. Saludos!
Dolors
Pues encantado del encuentro, aunque sea en estos tiempos de miseria. Añado su blog a mis favoritos, y espero visitarla regularmente.
Saludos.
En los tiempos que corren es difícil definir qué es a favor de lo que sucede o en contra, es difícil definir quién es un subversivo o un reaccionario… Yo tengo venas de las dos catervas de pensadores: las que me arrojan a la reacción y a las que me llevan a Bakunin. Veo con alivio que al autor del blog le pasa lo mismo. En fin. Cuando tocan las propias alubias…
Más Bakunin, Max Stirner y Max Estrella.
Oh, ¡¡ Craneo previlegiado!! que decía el borracho de Luces de bohemia. Me gusta la economía de medios de tu texto y que, en contraste, cualquier comentario multiplique el gasto energético. Lo del retorno libertario a la reacción es propuesta que siempre me ha parecido extraña, como exigiendo demasiados guiños y metaironías. Pero todo es extraño en este barro en el que me baño de un tiempo a esta parte. Está bien que se nos recuerde que no hay que confiar en la propia gente.
salud y esperpento!!
Salud y esperpento. Une grande finesse a la altura de los tiempos.
Saludos Luis.
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