ENTRE COPAS (SIDEWAYS).Dirección: Alexander Payne. Año 2004.
Otra de esas -muchas- películas que dejé pasar en su día..
Unos años después la veo desde el sofá de casa y ha sido una muy buena experiencia; claro que en casa puedes verla con la copa de tempranillo en la mano, no sé si en el cine con la coca-cola y las gominolas será lo mismo. Me parece una película que choca con la beatería actual de lo políticamente correcto, decididamente no podría pasarse en la venidera Educación para la Ciudadanía. Para empezar beben conduciendo, lo curioso es que lo hacen sin ningún atisbo de culpabilidad o de estar haciendo algo punible o peligroso, -me chocó este aspecto por lo duras que creo que son las leyes americanas y en general la sociedad, al menos eso parece por las noticias que cada poco tiempo nos traen de deportistas y actores, que acaban en comisaría, la última Paris Hilton. Las relaciones sexuales están también totalmente desdramatizadas y el único tinte moral les viene de que se den mediante el engaño. Tampoco la cantidad de vino que se ingiere es la que las guías de salud al uso -no sé que dirá de ello nuestra preocupada ministra- nos recomiendan para cuidar el corazón, las arterias y el colesterol. A pesar de no ser unos jovencitos, nuestros protagonistas tienen buen aguante, no observé que al día siguiente tuviesen resaca, quizá porque lo que bebían no era tintorro cabezón, a pesar de que uno de ellos mezclaba con ansiolíticos o antidepresivos, al otro tampoco parecía mermarle -muy al contrario- sus más íntimas facultades.. quizá con la gimnasia quemaba el exceso de alcohol.
La diferencias psicológicas entre los protagonistas masculinos y femeninos están muy marcadas. En comparación a las mujeres, los hombres resultan mucho más simples -"toscos"; me acordé de Nietzsche cuando señala la dificultad de la amistad y advierte la tendencia de los hombres a la camaradería y de las mujeres al amor. Aunque algunas camareras tienen gustos algo peligrosos para los aficionados a la seducción.
Ciento veintitrés minutos acerca del sentido -no metafísico- de la propia vida, de los logros -pocos- y frustraciones -muchas-.
A mi juicio una buena película; una prueba para mí inequívoca: no tiene cabida en nuestro sistema educativo.
Aunque debería contrastar mi opinión con la de alguien que deteste el vino .
Unos años después la veo desde el sofá de casa y ha sido una muy buena experiencia; claro que en casa puedes verla con la copa de tempranillo en la mano, no sé si en el cine con la coca-cola y las gominolas será lo mismo. Me parece una película que choca con la beatería actual de lo políticamente correcto, decididamente no podría pasarse en la venidera Educación para la Ciudadanía. Para empezar beben conduciendo, lo curioso es que lo hacen sin ningún atisbo de culpabilidad o de estar haciendo algo punible o peligroso, -me chocó este aspecto por lo duras que creo que son las leyes americanas y en general la sociedad, al menos eso parece por las noticias que cada poco tiempo nos traen de deportistas y actores, que acaban en comisaría, la última Paris Hilton. Las relaciones sexuales están también totalmente desdramatizadas y el único tinte moral les viene de que se den mediante el engaño. Tampoco la cantidad de vino que se ingiere es la que las guías de salud al uso -no sé que dirá de ello nuestra preocupada ministra- nos recomiendan para cuidar el corazón, las arterias y el colesterol. A pesar de no ser unos jovencitos, nuestros protagonistas tienen buen aguante, no observé que al día siguiente tuviesen resaca, quizá porque lo que bebían no era tintorro cabezón, a pesar de que uno de ellos mezclaba con ansiolíticos o antidepresivos, al otro tampoco parecía mermarle -muy al contrario- sus más íntimas facultades.. quizá con la gimnasia quemaba el exceso de alcohol.
La diferencias psicológicas entre los protagonistas masculinos y femeninos están muy marcadas. En comparación a las mujeres, los hombres resultan mucho más simples -"toscos"; me acordé de Nietzsche cuando señala la dificultad de la amistad y advierte la tendencia de los hombres a la camaradería y de las mujeres al amor. Aunque algunas camareras tienen gustos algo peligrosos para los aficionados a la seducción.
Ciento veintitrés minutos acerca del sentido -no metafísico- de la propia vida, de los logros -pocos- y frustraciones -muchas-.
A mi juicio una buena película; una prueba para mí inequívoca: no tiene cabida en nuestro sistema educativo.
Aunque debería contrastar mi opinión con la de alguien que deteste el vino .
http://www.labutaca.net/films/30/sideways5.htm
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