lunes, 28 de mayo de 2007

Se acabó la diversión.

Acabó la fiesta: ¡como siempre! todos tan felices de puertas para afuera, mañana se esfumará la euforia. Desgraciadamente el ciudadano corriente volverá a su insignificancia, pues ya otorgó lo que tanto le solicitaban -dejó su cuidado entres las azucenas olvidado- Aunque no será larga la espera, en unos meses volverá el cortejo; al patito feo le pedirán bailar.

No seamos tan facilones; hagámosnos de rogar antes de conceder el baile, es responsabilidad nuestra -del ciudadano- exigir que se hable de los problemas, entre ellos: la educación.

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