Se sentó junto a la puerta de la ciudad y le dijo a uno que por ella pasaba que precisamente aquella era la puerta de la ciudad. Éste le contestó que era verdad, pero que no se debía tener demasiada razón si se quería obtener gratitud por ello. "Oh, respondió él, tampoco quiero gratitud, pero de vez en cuando es muy agradable no sólo tener razón, sino también hacer ostentación de ello".
Friedrich Nietzsche.
¿Será esta la razón - o una de las razones- del crecimiento de la llamada blogosfera?. La proliferación de blogs es un fenómeno que merece un detenido análisis, y como uno forma parte del suceso tengo dudas sobre si debería imitar el papel de áquel, sentado a la puerta de la ciudad, o por el contrario, sería mejor indicar el camino a alguna taberna con menú de ventajoso precio. En el caso, claro, de que conozcamos la puerta de la ciudad y la taberna, lo cual es mucho suponer. Ya nos advirtió Nietzsche: "en el mundo moderno antes de buscar al hombre deberíamos encontrar la linterna".
2 comentarios:
O quizás un exceso de bazares donde las linternas se compran al peso- una para cada desvío y para cada puerta - y poco importa la duración de su pila o si esta contamina que ya compraremos otras. Creo que conviene la presencia de porteros que anuncien -como cierto guía de Yuste - que eso es una cama y eso otro un armario. Porque la profusión de linternas nos convierte en alucinados psicodélicos. No obstante, díga usted también donde se oculta esa taberna. En fin, lo que no se impone es el abandono de la ciudad o ciudadela por miedo a que esté situada. Nada de salida al campo -porque es un Alcampo.
" La Retirada.Éxito.
En lo pequeño es propicia la perseverancia" (I Ching)
Certero comentario, Luis, exceso de bazares y pseudo-linternas.
La búsqueda del hombre queda en suspenso y reemplazada por la búsqueda de la taberna. Las linternas de mano por farolas del ayuntamiento.
A Antístenes y a Diógenes los matriculamos en EpC -y dos perros muertos.
Un saludo.
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