jueves, 22 de enero de 2009

Encuentro


Había pasado gran parte de la noche en una discoteca de moda en Prenzlauer Berg . Regresaba con un grupo de acompañantes, noctámbulos como yo, por las tristes y desoladas avenidas del Este, desiertas aún del tráfico del día, pero transitadas por otras almas en retirada –en grupo o solitarias, a pie y también en bicicleta. Continué solo a partir de Alex, pues el resto aprovechó la estación para coger los primeros trenes de la madrugada. Crucé en solitario las amplias y casi desérticas plazas, herederas de un mundo desaparecido, entre los grises y rectangulares edificios del “pueblo” y las espigadas torres cónicas del “espíritu”. Dejé a mi derecha el pequeño laberinto de patios comunicados, cuyos auténticos habitantes habían abandonado hace más de sesenta años, y paseé junto a la verja y al pequeño parque en el que aquellos habían visto gotear las ausencias sin querer advertirlo del todo, y donde pronto no quedó sino el vacío, y mucho más tarde unas piedras en memoria y algunas losas entre la hierba. De la larga noche me quedaba aún una extraña paz, caminaba despreocupado y pensaba en grandes llanuras verdes, en mirlos solitarios y en gigantescas bandadas de estorninos, giré por una calle curva y angosta de decrépitos edificios grises y oscuros en cuyas fachadas podían aún observarse las marcas del fin de la contienda. El gris comenzaba a clarear y se tornaba en neblina azul, y al alzar la vista pude verla, sobresaliendo tras los torcidos tejados, alta, dorada, sensual... la cúpula de la Sinagoga.

Sentado en los escalones del umbral fumé uno de mis últimos cigarrillos, mudo, asombrado, y con el pensamiento lleno aún de llanura y estorninos. Unos minutos después me levanté absolutamente despreocupado con un sentimiento de felicidad inmediata, directa, incondicionada, concreta, densa y vacía. Entré en la casa con los primeros rayos de sol en la mañana de un sábado del mes de julio.


Belleza


2 comentarios:

Joselu dijo...

¡Toma ya! ¿Qué asociación de ideas habrá creado este post? En el Berlín bohemio, tras una noche de resaca, el protagonista en pleno amanecer descubre la cúpula de una sinagoga. Nada más ni nada menos que en Alemania. Una imagen cargada de resonancias. Entiendo la sensación de felicidad del viandante, y percibo la simpatía con que ves a ese pueblo cargado de maldiciones y que atraviesa la historia en medio de conflictos sin fin. Un abrazo.

Serenus Zeitbloom dijo...

Joselu

Se trata de la Neue Synagoge sita en la Oranienburger Strasse, ardió en la Kristallnacht y nuevamente destruida en los bombardeos del final de la guerra. El enlace "belleza" muestra la cúpula fotografiada desde el Reichtag,(que como sabes también fue incendiado con penosas consecuencias para el pueblo judío).
El resto de la historia es absolutamente verídico (o al menos así lo recuerdo), y la visión se produjo desde la Krausnickstrasse. Fue el post "Comparación" y la discusión acerca de la naturaleza de lo místico lo que despertó el recuerdo de esta modesta experiencia mística, producto quizá de una subida de colesterol por efecto de la dieta de Bratwurst y cerveza negra.

Un saludo.