Me entero por la última página de El Mundo -de hoy. El hombre era topógrafo por formación, pero cayó en el podrido y siniestro mundo de las drogas, y de ahí a la afición por la lectura de filosofía –desde Nietzsche a Bertrand Rusell- , y un nuevo escalón al asalto de bancos y al trullo. ¿Acabará por matricularse a distancia en alguna facultad de teología?
Un caso fáctico de la famosa ley De Quincey.
No se puede bajar la guardia; ahí tenemos el resbalón de Bernard-Henri Lévy. Lo mismo lo arroja a la bebida. O una ulceración.
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Un caso fáctico de la famosa ley De Quincey.
No se puede bajar la guardia; ahí tenemos el resbalón de Bernard-Henri Lévy. Lo mismo lo arroja a la bebida. O una ulceración.
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12 comentarios:
La impostación es un ejercicio apasionante. Y que alguien no exista no es motivo suficiente para no tenerlo en cuenta. Hay poderosísimos personajes de ficción que tienen más entidad que seres de carne y hueso. Que Fredèric Pagès se inventó al filósofo, ¿acaso le quita totalmente la autoridad? Existió Homero. Se tienen fundadas dudas. ¿Y Shakespeare es el autor al que todos admiramos, creador de los Sonetos y su teatro? Hay quien lo pone en duda. ¿Y Stieg Larsson escribió -salvando las distancias obvias- la famosa trilogía o la escribió su mujer? Detesto el pensamiento moralista que sólo quiere descubrir virtudes cuando todos somos pecadores.
¿Existió Homero? -quería escribir-.
Joselu
Estoy de acuerdo con tu reflexión, algo semejante pensé sobre el caso de Bernard-Henri Lévy, aunque parece que éste no advirtió la impostura de Pagés.-O eso dice, que habría que ves si no se trata de otra impostura.
Cae la máscara, y no encontramos al hombre, sino otra máscara.
saludos.
Pero no os deprimáis, ¡concho!, que ahí tenemos todos la clave para la felicidad. ¡Ahora que se avecina el carnaval os vais a poner vosotros dos pejigueros!
- ¿La máscara? Como usted quiera.
- ¿Feliz?
- Como usted quiera...
Con un psicoanálisis, 15 años. Con Nietzsche, un suspiro. Una eternidad. Lo que usted quiera.
Leicca
el carnaval, ya... y el frío, ahora que tenía unos días, jo.
:)
Estoy de acuerdo con Joselu. Que el que enuncia un enunicado no exista no quita interés a su enunciado. Es curioso el caso del enunciado sin enunciador pero, bueno, hagámonos los tontos y miremos al dedo en lugar de a la luna. En el otro lado del cuadrilátero, también mola el caso del argumentador sin argumento. Quiero decir que expresiones del tipo "Como dice Kant..." o "como apunta el famoso biográfo del famoso filósofo..." funcionan en la práctica por más potencia legitimadora que un Modus Ponens. Y el argumentador impone su idea sin necesidad de analizar el enunciado. Pero bueno, somos una especie tontita y crédula.También hay otro tipo curioso: el que ni es comentador ni enuncia comentario pero se fija mucho (como en el chiste del buho que no lograba aprender a hablar pero se fijaba un montón y atendía en clase). ¡¡ Viva el decir!!
Pensamos no sobre sistemas de creencias ni, ay pobritos, sobre estructuras lógicas. Pensamos desde un barullo de trastos viejos, como las barricadas en las trifulcas populares en las que se mezclan colchones y sillas con bandejas y jaulas para loros. Pensamos...y algunos parecen que le sacan rendimiento mediático-económico (como Levy). Estupendo.
Serenus, enlazando con los versos de Biedma y tu trance en la ferretería, cada día me gusta pensar más sobre trastos viejos y productos de herrería. La huerta te espera, jodío epicúreo, no resbales...
Lug, lúcido y poético:
"Pensamos desde un barullo de trastos viejos, como las barricadas en las trifulcas populares en las que se mezclan colchones y sillas con bandejas y jaulas para loros".
Gracias compañero por tus observaciones.
Esa barricada me recuerda el baúl de donde sale el atrezzo para las obras. Pensamos desde el lugar donde nos sabemos actores. (De nuevo: la máscara.)
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Gracias, Serenus y comentaristas. Me traen ustedes al cuerpo tanta memoria así, tan fácil, tan gratis, tan sin pedirlo.
Muacks! (Por las palabras.)
Serenus, ¿dónde estás? Se te echa a faltar. Cuando dejo de oír voces amigas me asalta una extraña melancolía. Hay un post que te puede interesar y sobre el cual podríamos conversar. Un cordial saludo.
Yo también te echo de menos.
Joselu y Leicca, tranquilos, no pasa nada.
Fundamentalmente estaba rellenando semilleros y plantando un seto del que ya llevo más de 250 arbolitos, y todavía me faltan algunos, a eso habrá que sumar la cercanía de evaluaciones y un problemilla cibertécnico -ya medio resuelto.
Waldenland25 está aletargado, pero no así su autor que sigue dando guerra en otros frentes.
Se agradece el ser echado en falta... pero reconozco que también me preocupa.
Saludos a ambos. Os sigo leyendo aunque calladamente. Y en cuanto tenga un ratillo y con la más mínima excusa u ocasión dejaré algún post (aunque sea de los enumerativos ya le encontraré algo en youtube) y algún comentario.
Saludos y mil gracias de nuevo.:)
[estaba tomando cañas...]
:)
Pues que no le preocupe a usted mucho, que lo de echar de menos en los blogs es un poco de mentirijillas. Es un echar de menos como pueden echar de menos, por ejemplo, los androides, no las personas. Preocúpese a la manera internauta. Esto es: poco.
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Besos múltiples y suerte con esos arbolitos.
Podrías dejarnos caer alguna foto, ¿no?. Una que se te dispare cuando te salga alguna cosa del corazón a la tierra. Algo que registre ese algo. Algo que nos invite, a nosotros, los robots, a imaginarlo.
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