Friedrich Nietzsche.
La lectura de este aforismo me ha dejado pensativo, no conseguía imaginar a qué podía estar refiriéndose Nietzsche; ¿sectas que se dirigen a los inteligentes? ¿sectas que presienten su debilidad?. He recurrido a mi amiga por si podía darme alguna luz, “debe referirse a Wagner” me ha dicho –sin tomarse mucho tiempo en la reflexión-. ¡Claro! ¿A qué si no?, Debería estar pensando en los círculos elitistas, Wagner, o los círculos universitarios, literarios, artísticos. Nietzsche se representaba a sí mismo tentado, y como Jesús en el desierto habría sido capaz de resistirse; su soledad era el precio que como espíritu libre habría de pagar, pero también era el signo de su victoria contra el tentador -y prueba de su valía personal. Había vencido, pero quizá momentáneamente pues el peligro permanecía.
Como en días anteriores, había buscado entre los textos de Nietzsche esperando encontrar un remanso a mis tribulaciones. Pero no me ha servido esta vez de mucha ayuda, pues las sectas a que Nietzsche se refiere poco tienen ver con las que a mi me preocupan; estoy convencido de que estas no tienen ninguna conciencia de debilidad. Así, pues, ¿de qué es signo aquí la soledad?.
7 comentarios:
Sucede así, por lo que sé, con algunos grupos artísticos o poéticos que se engordan con figurones de "inteligencia reconocida" para no sufrir por lo que vergozosamente anhelan (el aplauso del foro o, mejor aún, el circo. Esa es una de las perversiones de la inteligencia: quiere embarrarse en el bajo instinto. Quizás sea también lo que acaece con ciertos partidos político (como ese del que habló Doktor Serenus aquí mismo). En fin.
Ahora bien: ¿Qué peligro encuentra el inteligente al ser fichado por la secta inteligente? ¿No se une a los iguales? No. Antes bien: pierde ideas y gana "la idea"; se encumbra en el aristocrático aplauso de los mejores amputándose el sacrificio solitario de toda buena inteligencia siempre mirando de reojo a la manada entera, hacia la que hay que sentir compasión y no elitista desprecio.
Totalmente de acuerdo con su comentario, Lug.
"pierde ideas y gana "la idea"..
Hemos perdido un filósofo, pero hemos ganado otro cura -sea su iglesia la que sea.
La única razón por la que la secta débil busca al inteligente es que los tontos ya no pican. Por eso el inteligente se siente tentado. Las sectas fuertes prefieren a los tontos, que fluyen por sus instituciones como la sangre por las venas de un animal iracundo.
Frente a la secta fuerte la soledad del inteligente es sólo un síntoma de la debilidad de la inteligencia misma. De su incapacidad.
Era mejor la soledad de Nietzsche.
Samsa,
"Las sectas fuertes prefieren a los tontos, que fluyen por sus instituciones como la sangre por las venas de un animal iracundo."
¡Magnífico!
Y si suponemos que al final debemos prestar atención a alguien - salvo en la opción del "suicidado de la sociedad". ¿qué es preferible? ¿ La secta débil con sus inteligentes aturdidos en una sola idea o la secta fuerte con su abundancia de tontos fluyente? Personalmente me sentiría tentado por la segunda en su fuerza.
he ahí el trilema¡
He estado buscando en el tiempo, en tu blog del tiempo, como cuando abro un libro al azar para que me proporcione una respuesta a una pregunta instantánea...
... hoy hablaba de un grupo-secta con un amigo. Grupo débil, como deben ser los grupos-secta con ese máximo poder en nuestra vida cotidiana. -Débil en el sentido de tener "difusas fronteras"- Al leerte he pensado en la relación de este texto con algunos docentes. Mi grupo débil, tan potente él, en los últimos años es siempre grupo de docentes. Cambia el fondo. Los docentes. No cambia la forma.
Nietzsche se expresa mejor en este punto.
Me voy ahora para seguir pensando en la conexión.
Un saludo.
Se te echa de menos.
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