Loretta me dijo que había oído por la radio que no sé qué porcentaje de niños en este país son criados por sus abuelos. No recuerdo qué tanto por ciento. Bastante alto me pareció. Los padres no querían educarlos. Estuvimos hablando de eso. Lo que pensamos fue que cuando llegue la próxima generación y tampoco quieran educar a sus hijos, ¿quién lo va a hacer? Sus propios padres serán los únicos abuelos a mano y ellos no querrán hacerlo. No se nos ocurrió ninguna respuesta. Cuando tengo un día bueno me parece que hay algo que no sé o que hay algo que no tengo en cuenta. Pero esos momentos son los menos. A veces me despierto en la noche y sé como existe la muerte que no hay nada que pueda detener este tren como no sea el segundo advenimiento de Cristo. No sé que sentido tiene que me quede en vela pensando estas cosas. Pero lo hago.
Cormac McCarthy. No es país para viejos.
No creo que el recurso a los profesores pueda paliar este problema. Por muy educador que se quiera ser. En la educación padres y maestros cumplen distintas funciones, y no pueden sustituirse, ni soslayarse, el uno al otro. En algún caso particular puede ocurrir y funcionar, pero no deberíamos pensar que pueda ser la regla general. Otra cosa es aquello que suele decirse: “a falta de buenos..”, vale, se reconoce y se agradece. Pero no esperemos milagros.
No sé si el problema debería quitarnos el sueño. Ayudar a conciliarlo mediante soluciones imaginarias no resolverá el problema, aunque no tendremos ojeras y hasta es posible que nos pregunten qué hacemos para conservarnos tan jóvenes y con tan buen aspecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario