Todo partido que sabe darse aire de mártir se atrae el corazón de los afables y adquiere así él mismo el aire de la afabilidad, para mayor ventaja suya.
Friedrich Nietzsche. Humano demasiado humano.
Dejamos al lector que se tome la molestia de identificar situaciones en las que puede reflejarse la máxima nietzscheana. No debería sorprendernos encontrar que el aire de mártir se lo disputen partidos contrarios enfrentados. Por lo mismo no es de extrañar que tanto los afables como los huraños estén tan bien repartidos por todos los bandos. Y que no pocos honrados padres de familia figuren entre los grandes criminales contra la humanidad.
Pero lo que yo pretendía es ponerles en guardia frente a los afables. Pues nadie, a estas alturas de la historia, es tan ingenuo que necesite que se le advierta respecto a los mártires.
No tengo ninguna duda de que este momento -con independencia de sus preferencias políticas y morales- estarán asintiendo con ligeros movimientos de cabeza. Y es que en algunas cosas hace siglos que venimos estando todos de acuerdo –en sacarle los ojos al que no es de los nuestros.
Qué cerca sigue estando la caverna.
3 comentarios:
Hilas muy fino, contestarte es entrar al trapo en algo que requiere profunda reflexión: se me ocurre el conflicto palestino-israelí. ¿Es lo que habías pensado como telón de fondo de la máxima nietzcheana? Mañana intentaré opinar sobre el tema, en la noche de fin de año. Si no es ésta la motivación de tu acerada reflexión, házmelo saber.
Genial... :)
Buen olfato Joselu. Por supuesto ese era el fondo, no solo como origen de la flecha sino también como objetivo al que apuntaba.
Pero seguro que por falta de dianas no iba a ser... ¡esa flecha no se podía perder!.
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