Una armonía invisible es más intensa que otra visible.
Heráclito.
¿Son la poesía y la lógica más conmovedoras que las artes figurativas y representativas?.
¿Y la fealdad del alma más repugnante que la del cuerpo?. Recuerdo aquel pasaje del Zaratustra de Nietzsche en el que se lamenta de aquellos mutilados al revés: aquellos a los que no les falta un pie o un brazo, lo cual sería lo de menos, sino aquellos que al ser avistados desde lejos nos da la impresión de estar viendo tan sólo una oreja, una boca... y que al acercarse comprobamos que llevan un cuerpecito pegado. Y es que una disarmonía invisible repugna más que una visible.
“Llegó a hacerse sumamente altanero y desdeñoso [...] acabó por convertirse en un misántropo; se retiró del mundo y vivió en los montes, alimentándose de hierbas y plantas”. Nos refiere Diógenes Laercio.
¿Y la fealdad del alma más repugnante que la del cuerpo?. Recuerdo aquel pasaje del Zaratustra de Nietzsche en el que se lamenta de aquellos mutilados al revés: aquellos a los que no les falta un pie o un brazo, lo cual sería lo de menos, sino aquellos que al ser avistados desde lejos nos da la impresión de estar viendo tan sólo una oreja, una boca... y que al acercarse comprobamos que llevan un cuerpecito pegado. Y es que una disarmonía invisible repugna más que una visible.
“Llegó a hacerse sumamente altanero y desdeñoso [...] acabó por convertirse en un misántropo; se retiró del mundo y vivió en los montes, alimentándose de hierbas y plantas”. Nos refiere Diógenes Laercio.
2 comentarios:
Serenus, como bien puedes suponer, soy bastante lego en cuanto a lenguaje filosófico. Recuerdo que en bachillerato y durante la carrera me quedaba fascinado durante las clases de filosofía. La trabajé mucho, pero yo me había matriculado de filología y hube de dejar orillada la filosofía para mi pesar. Sigo leyendo libros de pensamiento, pero los grandes clásicos de la filosofía han quedado lejos de mi trayectoria.
Planteas dos interrogantes complejos. Uno sobre si la poesía y la lógica son más conmovedoras que las artes figurativas y representativas. Para mí desde luego que sí, al menos la poesía (de lógica sé casi nada), pero creo que en una sociedad en equilibrio artístico responden a estímulos semejantes. Yo tuve la fortuna hace bastantes años de pasar en Bali un mes alojado no en los grandes emporios turísticos sino en lugares periféricos. Tuve ocasión de conocer algo la cultura balinesa. Pasé noches en blanco en los templos balineses donde se celebraban ceremonias acompañadas de danzas bellísimas, asistí a sus actos en los cementerios con los difuntos, busqué arte balinés y participé como espectador de sus maravillosos espectáculos teatrales. En Bali hay muchísimos que son artistas: actores, pintores, escultores... La obra que siempre se representa es el Ramayana. Mis viajes por el oriente me han llevado a pensar que el ser humano tiene una dimensión espiritual que aquí en occidente dado el racionalismo reinante se tiende a ignorar. Pienso que en aquella civilización hermosa de Bali (en ella situó Aldous Huxley su utopía La isla)las artes poéticas y las representativas no son excluyentes y forman parte de ese espíritu humano rico y complejo.
En cuanto a la belleza interior y la exterior, no cabe duda de que nuestra sociedad prima a la segunda sobre la primera porque nadie habla de enriquecer el alma (hablo como un antiguo)y sí de hacerse cirugías estéticas. Un alma hermosa y en equilibrio es una bendición sobre todo para vivir con ella. Un cordial saludo.
Magnífico comentario Joselu. No tengo la suerte de haber viajado por Oriente, ni soy tampoco un conocedor del pensamiento oriental más allá de algunos tópicos básicos sobre el budismo, en especial el Zen, que me interesó algunos meses.. Desconocía que la Pala de Isla estuviese inspirada en Bali; Aldous Huxley ha sido un escritor muy querido para mí, su antología sobre el misticismo “La filosofía perenne” un libro que me resultó muy esclarecedor, también otros escritos suyos sobre religión. Siento mucha admiración por Huxley, un modelo de inquietud intelectual, espíritu científico y sensibilidad mística... La lucidez quizá no esté reñida con la felicidad –al contrario, quizá sea su condición.
Saludos.
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