miércoles, 11 de agosto de 2010

Vocaciones de verano



Queremos substituir las conjeturas y explicaciones turbulentas por la consideración reposada de los hechos lingüisticos.

Ludwig Wittgenstein


Ando liado estas tardes con las vocaciones. Otra vez.
Y el problema es el siguiente: cuando alguien me dice “soy un profesor vocacional”, no sé qué es lo me está ocultando.


6 comentarios:

Joselu dijo...

No sé si se le puede llamar vocacional, pero sí que envidio a los que hacen lo que les gusta, que disfrutan con su trabajo, en especial artistas o cualquier persona que encuentra en su trabajo una íntima satisfacción. En la enseñanza actualmente no encuentro ese sentimiento, pero lo tuve y muy fuerte, pero siempre me consideré un destroyer que gozaba subvirtiendo el orden. Ahora el orden ya está suficientemente subvertido y no hago falta, así que perfectamente podría dedicarme a otras facetas que me produjeran más gozo. Si pagaran por escribir posts...

Serenus Zeitbloom dijo...

En cuanto pagan se acaba la vocación...

Joselu dijo...

Pues Picasso cobró una cantidad nada desdeñable por su Guernika. En las pesetas de la época fue una fortuna que no deja nada atrás lo que cobró Barceló por su cúpula en Ginebra. ¿No se puede disfrutar haciendo lo que te gusta y que además te paguen? Todo el mundo que lo consigue me despierta una enorme admiración.

Serenus Zeitbloom dijo...

¡ y a quién no se la despierta !

[pero la vocación es otra cosa, es algo al margen del dinero y hasta del bienestar]

Leicca dijo...

Es muy difícil que un profesor que se sabe mal profesor y que se siente incapaz de conseguir algo en el aula abandone algún día la tarea y se dedique a cuidar ovejitas, especialmente cuando este profesor se califica a sí mismo de "vocacional". Las vocaciones te llaman tanto que "por muy duro que te resulte el trabajo" sigues, sigues, sigues... Para cuanto te jubilas han pasado delante de ti noéecuántasmil criaturas que no se merecían ser víctimas de tu enfermedad.

Para mí está muy claro: la vocación métetela donde te quepa. Si la tienes, pues mira tú que bien, pero no me la cuentes. Eeso no te da más puntos en ningún claustro ni en ninguna junta de evaluación. Mucho menos la utilices como argumento para justificar por qué das clase. Háblame de cómo ves a los "afectados" por tu labor, dime qué piensas que hay que hacer con ellos, y déjate tu vocación en casa, que la docencia no está pensada para el desarrollo personal del docente sino de los alumnos.

Serenus Zeitbloom dijo...

"Si la tienes, pues mira tú que bien, pero no me la cuentes. Eeso no te da más puntos en ningún claustro ni en ninguna junta de evaluación. Mucho menos la utilices como argumento para justificar por qué das clase."

Eso es