domingo, 20 de enero de 2008

Conservar el fuego.

La fragilidad de todo por fin revelada. Viejos y preocupantes problemas desintegrados en la nada y la noche.

Cormac MacCarthy. La carretera


Después de Coetzee comienzo por primera vez con Cormac MacCarthy. Siempre me gustaron las películas de indios y los paisajes desérticos, la oscuridad y las llanuras blancas de Jack London. Tengo delante Meridiano de sangre, pero decido comenzar con La carretera.

Desolado. Frío, niebla, nieve negra, silencio, lluvia de cenizas. Dos siluetas erguidas caminan hacia el sur. Llevan el fuego. Inquietas se arrastran al bosque y se esconden de otros seres erguidos. Habitan en los bosques devastados de suelos cenicientos. Cuerpos abiertos, resecos, desparramados, colgantes. Otros han sido o serán devorados. Ciudades arrasadas, acechados desde cualquier punto. Una playa gris, un mar oscuro, no hay pájaros. Papá ¿ nosotros somos lo buenos, verdad?. Sí, lo somos, por qué. Tengo miedo. No dudes. Vale. Vale.

Tendremos suerte.

Un libro para seguir pensando “qué es humanidad”.
Yo esperaré a mañana para adentrarme en el desierto de ese jinete.

2 comentarios:

Miguel dijo...

Tengo muchísimas ganas de hacerme con ese libro. Las utopías-distopías me encantan. Es extraño que para analizar la humanidad tengamos que encontrarla en entornos inhumanos.

Una de las reflexiones o definición de humanidad que más me ha gustado es el final del libro (que no la película) Soy leyenda.

Serenus Zeitbloom dijo...

Me temo que eso que llamamos "inhumano" es humano.
Anoto el libro.