El líder nos arenga: “estamos en la edad de oro”. Wimbledon, Austria, París.. allí los vemos, monarcas y vicemonarcas, presidentes y subpresidentes, consejeros y delegados, ministras.. Miembros y miembras muy contentos/as todos/as preparando el salto a Pekín.
Por aquí se afanan tribunales en dictar sentencias sobre objeciones y opciones B. Por aquí se reducen las vacantes de filosofía, este curso interinos con muchos años de antigüedad volverán de vacío de las adjudicaciones y tendrán que esperar el segundo turno para cubrir bajas de última hora. Por aquí muchos trabajadores empiezan a sentir miedo. Por aquí adornan cajitas de bombones para las inmobiliarias.
Pero no nos quejemos, que este veranito tenemos cuatrocientos del ala para langostinos y tele, mucha tele, para disfrutar el oro de Pekín.
La edad de los gestos para la galería. O mera propaganda.
2 comentarios:
Hace poco leí un libro de Georges Balandier ("El poder en escenas: de la representación del poder al poder de la representación"). Me lo has recordado con esta Edad de oro de gestos para la galería. No es erróneo tu diagnóstico. Al menos, así me lo parece. Saludos.
Tendré en cuenta la referencia.
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