sábado, 14 de marzo de 2009

De la bondad humana


Que el hombre es bueno es una de las peores premisas de las que puede partir una concepción educativa. Falsa en su origen, y nefasta en sus consecuencias. De esta manera tan sentenciosa (ustedes me disculparán el estilo) acababa un comentario mío a un artículo sobre educación. Me gustaría rectificar: no es una de las peores, es la peor. Y me gustaría aportar una pequeña prueba para no resultar tan dogmático: “El gran Torino”.

Sí, ayer tocó compras, y de paso, la película de la semana. Me gustó la película, pero Dios mío qué doblaje tan nefasto: el del chico protagonista y el de todos los demás jóvenes pandilleros.. ¿cómo se puede hacer tan mal?, ya saben que yo las cuestiones técnicas no las juzgo, pero es que el doblaje de la película de ayer roza lo delictivo, -ya me lo cuentan ustedes si son cosas mías-. A pesar de los doblajes, la película es buena. Al menos para la reflexión educativa es interesante; la realidad de los barrios, de la segregación, la violencia, la injusticia.

Sé que muchos docentes creen que la escuela, la educación, son medios para cambiar la sociedad, que tienen esa función moral y que son instrumentos para corregir la injusticias. Ellos mismos como docentes se sienten con esa responsabilidad y la exigen de los otros. No comparto esa visión. No es que la considere utópica, ingenua o irrealizable; lo que ocurre es que la considero nefasta, y ni moral ni políticamente deseable. Mi posición es muy sencilla; el conocimiento es un bien y la función de la educación es trasmitirlo a los miembros de cada generación; y es responsabilidad del político, de los representantes del estado, el asegurar la posibilidad de la educación. No se trata, como les gusta grandilocuentemente decir a muchos, de que la educación se transforme radicalmente para llegar a toda la sociedad y transformarla, sino que la sociedad –el estado- debe poner las condiciones para que la educación sea posible. Porque la educación es lo que es, como lo es la medicina, una tiene como objeto remediar la enfermedad y la otra la ignorancia. Después podemos hablar de recursos, de medios... etc.

Y volviendo al Gran Torino, nuestro personaje no era bueno, pero hizo el bien. Era ruin pero acabó como un héroe. Hasta es posible que acabase siendo, si no bueno, mejor.

Para finalizar, una duda que planteo al lector que haya visto la película: ¿qué sentido tiene la confesión con el cura, puesto que su mayor falta no la revela? ¿ las cuestiones importantes se resuelven de tú a tú con Dios, sin intermediarios?.


10 comentarios:

Luis González dijo...

Estoy dando vueltas al tema educativo (desde hace viente años, lo cual, no me cabe duda, debe ser signo de torpeza) y me encuentro con tu planteamiento. Creo que no estoy de acuerdo con tu expulsión de la "preocupación social- socializante - moralizante" del ámbito de la escuela aunque también creo que la difusión del conocimiento es un bien. Creo que, en efecto, puede haber contradicción en la práctica entre ambos objetivos, pero no creo que el corte del nudo se necesariamente la solución (en el simil: no tendríamos nudos en la cuerda pero ésta se rompería en varios cachos).Creo que la escuela tiene (mejor, debe tener) un papel socializante y cuando digo socilizante me refiero a que debe atender a fomentar el respeto y la receptividad a los problemas de los otros... Dicho en otras palabras: debe tener una perspectiva moral y no sólo desde el contractualismo de los iguales (en competencias) sino también en lo que respecta a la ética del cuidado a los no-iguales en competencia. Desde luego, esto no implica "moralizar en una doctrina" sino, creo, preparar para la acción en el mundo de ahí fuera (extra-escuela). La escuela es microsociedad y de este hecho (innegable) debe ser consciente en el sentido de actuar "programáticamente" sobre los vectores de la microsociedad con la intención(y la esperanza) de afectar a la gran-sociedad. Supongo que la distinción tajante entre enseñar conocimientos y enseñar maneras de sociablidad no se sostiene; hay una continuidad ( como dices "el conocimiento es un bien" y supongo que los bienes manifiestan una cierta continuidad").

Pero quisiera plantearte una cuestión concreta:¿ Cómo concibes la integración de discapacitados psíquicos en la enseñanza obligatoria? ¿hago bien en suponer que estás en contra?¿Hago bien en suponer que apostarías por centros especiales?¿Hago bien en suponer que consideras que el respeto e integración de estas personas no es asunto de la escuela - al menos en la práctica, quizás sí en la teoría - sino de "la sociedad y las familias" que deben ser las encargadas de la socializción, etc?.

Serenus Zeitbloom dijo...

No hay contradicción entre conocimiento y sociabilidad; la escuela socializa, eso es innegable, y socializa el club de deportes y el círculo artístico, la iglesia, las cofradías de semana santa.... pero su función (la de la escuela) específica es trasmitir conocimientos (lengua, matemáticas, arte, ciencias naturales, historia, geografía..), necesarios para la sociedad (y para la vida del individuo en el seno de la sociedad).

El tema de los discapacitados es muy importante, creo que apuntas en la dirección correcta al atribuirme ciertas opiniones, pero intentaré aclararlo un poco. Las discapacidades pueden ser muy diferentes, y de diferente tratamiento. No soy experto, pero espero que los expertos e investigadores del tema decidan desde criterios científicos y de eficacia, no desde prejuicios acerca de la naturaleza humana o de intuiciones personales acerca de cómo de debería ser la sociedad. Deploro (y desprecio) una psicopedagogía que ha pretendido decirle a la materias “normales” qué o cómo deben ser enseñadas, pero creo que precisamente hay un campo donde tienen mucho que investigar y que decir: ese campo de la educación especial.Valoro y respeto al profesional que trabaja y investiga ese campo. Desde luego estoy en contra de que esas personas discapacitadas sean abandonadas en una clase de 30 chicos de la eso, donde están mal atendidos y abandonados con la cínica – e irresponsable- justificación de no sé qué igualitarismo no segregador. En fin creo que hay que investigar y decidir con los criterios más científicos objetivos y contrastados qué es lo más eficaz para la integración y beneficio de esas personas. Lo que no ayuda son los prejuicios y las ideas “bonitas” y las “buenas” intenciones.

Serenus Zeitbloom dijo...

Lug

Si ves la película no olvides pasar por aquí y dejar aunque sea una breve impresión.

Un saludo librepensador.

Anónimo dijo...

Yo aun diría más, Serenus: que el hombre es bueno es una de las peores premisas de las que puede partir una concepción política. El rousseaunismo educativo es sólo un reflejo del rousseaunismo político de esta España en la que su presidente del gobierno se puede permitir la frivolidad de achacar el desastre educativo a las familias. El Estado, piadoso, bondadoso, compasivo, no tiene la culpa. Es la malvada sociedad la que pervierte a los infantes recién destetados. El Estado posee la exclusiva del secreto del bien común, no la ciudadanía, monstruo informe a quien hay que educar.

Yo, en esto, soy radical -en el sentido etimológico de la palabra-. Como ya he escrito en otro lugar, la esencia, la raíz de toda educación es vertical, y dicha verticalidad es establecida por un experto que posee el conocimiento y un neófito que no tienen ni puta idea. Pero para llegar a semejante verticalidad es preciso un acto voluntario, no impuesto por ningún agente externo al individuo que se dispone a aprender o a la familia. La obligatoriedad -en aras de la igualdad-, impuesta por el Estado, es uno de los rostros que posee la tiranía, y esconde, en realidad, la sempiterna pretensión de dominio que alienta lo estatal.

Que en toda instrucción hay un componente moral es indiscutible. Pero en cuanto lo moral cambia su origen, en cuanto abandona su natural fuente civil y pasa a ser una cualidad del Estado, la cosa empieza a joderse; tanto, que cualquier digresión acerca de si la more debe o no debe estar presente en la escuela resulta perversa. En un estado natural de las cosas, lo moral en la instrucción ha de provenir de dos de sus aspectos más importantes:

1.- Los contenidos de las disciplinas y el reconocimiento de la autoridad que las transmite.

2.- Las formas, el continente que alberga dichos contenidos: la disciplina, el esfuerzo, los modales, la lealtad y el respeto.

P.S.: Eastwood es uno de mis directores más amados. En cuanto vea "El gran Torino" le contaré.

Serenus Zeitbloom dijo...

Andrés comparto tus reflexiones. Pero repara en qué tipo de expresiones nos vemos obligados a utilizar: enseñanza” vertical”, y eso supongo para distinguirnos respecto a quienes pregonan una enseñanza “horizontal “o “transversal”... otros vendrán y hablarán de la “diagonal” y de la “cuadratura del círculo” y de la “espiral”.
Todo ello porque parece muy obsoleto, conservador, dogmático y desmotivador, que la transmisión de conocimiento discurra por el sencillo camino que va desde adulto conocedor o experto al joven neófito o aprendiz. Parece que es necesario que se trasmita en complejas dialécticas-democráticas de enriquecimiento mutuo y solidario de la espiral-horizonte-trasversal.

A veces me siento flaquear.

Ánimo.

BLQ dijo...

Pues ya sabes que no estoy de acuerdo contigo en esa premisa, pero no vamos a lanzar un mismo debate en tu blog, cuando transcurre en otro lugar.

No obstante, no puedo para de pensar, que lo que creo es que hay gente a quien le gusta regocijarse en su sabiduría propia de forma egoísta. Esto lleva a la posibilidad de despreciar a toda forma viviente que no tenga los mismos conceptos intelectuales, pero el problema no está allí, sino en no ponerse la pregunta de porque la persona de enfrente no tiene los mismos conocimientos que yo.

No he visto la película, por lo tanto no sé como es el protagonista. No obstante, siguiendo tu artículo y una sinopsis que he leído, puede que tengamos que pensar en porque él es como es, puede que fuera la guerra la que provocara muchos de los prejuicios que tiene, puede que la sociedad en su conjunto. Si alguien ha participado en una guerra, podrá contestarnos, yo no lo he hecho, y doy gracias. No obstante, creo no equivocarme que una guerra no es la mejor de las cosas para el comportamiento humano. Crees que no puede tener odio y hacer maldad un joven a quien mataron a su hermano entre sus brazos?

Sin duda, la escuela no está para cambiar la sociedad, la sociedad debe cambiar primero para cambiar la escuela. Aunque hoy en día los alumnos pasan más tiempo entre sus compañeros y profesores que con sus padres. Por lo tanto, la mayoría de su vida y sus relaciones se crean en escuelas, institutos y universidades. En Francia fue la universidad quien trajo muchos cambios en la sociedad, aunque era otra época.

Te pongo un ejemplo e intentaré buscar la noticia para pasarte el link, aunque estará en francés. Un abogado con una vida normal de nivel tirando para alto. Vive en un barrio normal de nivel medio, en su apartamento, tiene sus clientes, su vida, votante de UMP. Alguien que ha podido hacer muchas mentiras y maldades durante su existencia. Hace poco fue detenido por ayudar a inmigrantes sin papeles. Les cargaba su móbil y a veces les dejaba tomarse una ducha. Alguien normal, no militante ni en associaciones, ni ONG's ¿porqué buscarse ese problema? ¿porqué ayudar a inmigrantes que no podrán devolver el favor, que no podrán pagarle ni a quines siquiera defiende? El abogado era alguien normal malo por naturaleza según tú, más yo creo que con ejemplos como este, con pequeñas acciones como ayudar al prójimo de esta manera, demuestra que el hombre o mujer, en el fondo, en lo más profundo de su conciencia es bueno y, de vez en cuando, lo deja salir. Yo he tenido muchas vivencias y experiencias que me lo han demostrado, por eso creo que esa premisa ni es nefasta ni erronea y solo pueden defenderla personas que no han tenido una vida plena y no pasan más allá de la casa al trabajo y de rutinas diarias egoistas.

saludos sinceros

BLQ dijo...

de todas formas, leyendo vuestros comentarios en tu blog, en definitiva decimos casi lo mismo, lo que vosotros os gusta adornarlo de vuestra dialecta intelectual. Solo no llego a enfocar una cosa, el aprendiz que no tiene ni puta idea, no lo tiene nunca y el profesor o persona que conoce el cocepto, es el gran sabelotodo y que nunca se equivoca, es eso lo que queréis decir? Por otra parte, puede que el aprendiz que no tiene ni puta idea, sea capaz de enseñar al profesor o persona que conoce el concepto, hacer crecer una planta de menta en el balcón. Solo hay que tener ganas de comprender.

saludos de nuevo

Serenus Zeitbloom dijo...

Eloi

Niego que el hombre sea bueno, pero eso no impide que sea perfectible. Desde el egoismo se pueden explicar las acciones beneficiosas para el grupo, pues el bien del grupo repercute en el bien individual. Efectivamente las vivencias personales repercuten en la conducta de un individuo.. y la educación es necesaria porque el hombre no es bueno de por sí, si lo fuese sería superflua. La educación -cualquier educación- pretende potenciar las virtudes, pero extirpar o moldear las peores tendencias. Creo que viendo el mundo no es sensato empeñarse en la idea de que el hombre es bueno. Es mejor aceptar que no lo es, y tratar de mejorarlo...o al menos procurar que sus acciones sean lo menos dañinas posibles.

Claro que el aprendiz puede ser mejor en muchos aspectos que su maestro, y en eso aspectos el maestro no puede enseñarle nada. No hay razón por la que el profesor de matemáticas no pueda ser un inepto en jardinería. Pero a la escuela no va el niño para enseñar a su maestro, ni para compartir conocimientos con él, ni para intercambiarlos. El niño va a aprender y el profesor a enseñar -de lo que sabe-. Es muy sencillo, pero existe una corriente actual importante que parece empeñada en minimizar este hecho.

Respecto al "adorno dialéctico": yo no pretendo otro adorno que el de expresar lo que pienso de la manera más clara posible -a los otros, pero sobre todo a mí mismo. Y supongo que tengo mucho que mejorar para conseguir ese propósito.

La película te gustará -aunque es americana, y por lo que he leído en tu blog no te gustan mucho las pelis americanas.

Saludos Eloi , gracias por tus comentarios.

BLQ dijo...

Saludos Serenu

creo que ahora en tu respuesta ya has utilizado un lenguaje menos adornado y más entendible ;-)

No conozco nada de esta corriente que tu comentas, pues no estoy en el mundo educativo y me encuentro en Francia.

Creo, como ya he dicho en varias ocasiones, que en la base estamos de acuerdo, mas discrepamos en algunos puntos, como si el hombre es bueno o no. Vamos a dejarlo de lado, porque creo que en este debate somos irreconciliables. Mas no puedo dejar de decir, que la educación la veo muy diferente, no creo que esté para moldear al alumno, sino para ver sus intereses y potenciarlos.

Con respecto a la película, primero de todo, gracias por pasarte por el blog, algún comentario se hubiera agradecido (puede que una próxima vez). No me gusta el cine americano simplón, pero Clint Eastwood es un director muy bueno y se reconocer que por allí a veces hacen cosas muy muy buenas.

saludos

Anónimo dijo...

El que cree que el hombre es bueno es que no ha vivido. La escuela tiene que ser dura, con azotes y profesores despoóticos, unica forma de enderezar a los borregos.Gran Torino, no me gustó porque Eastwood es un melancólio negativo y así hizo también la película de la boxeadora.
Dante, desde Buenos Aires