Es difícil de entender este declive de las humanidades en las prioridades políticas de la izquierda. Ha pasado con las lenguas clásicas, con la literatura (prácticamente extinguida) y con la filosofía. ¿Por qué lo hacen? Es fácil decir que lo que quieren son ciudadanos consumistas y acríticos, pero no pienso que sean tan aviesas sus intenciones (aunque sí los resultados de ellas). Imagino que se quiere edificar la faceta de ciudadano por encima del individuo pensador y vertebrado por la cultura clásica o contemporánea que se concibe inconscientemente como un lastre innecesario. El hombre del siglo XXI ha de ser líquido, versátil, ligero de equipaje, sin profundas raíces en el pensamiento, adaptable a las nuevas circunstancias no concordantes con la formación elitista de sistemas anteriores que eran minoritarios. Las mayorías no requieren de filosofía. ¿Para qué? ¿Para qué saber quién era Hegel o Descartes o Kant? Interesa más que sepa entender una hipoteca o hacer velar sus derechos como consumidor o defender los derechos de las minorías o reivindicar la igualdad de género. Piensan así. ¿Qué papel ha de tener la filosofía en el hombre del presente? Está el pensamiento positivo, los libros de autoayuda que sintetizan los conceptos de distintas corrientes de pensamiento entre el hedonismo y el taoísmo. Un Reader Digest es lo adecuado, no conocedores de la historia del pensamiento. El hombre del siglo XXI fue imaginado por Aldous Huxley en el tal vez libro más importante del siglo XX.
Gracias Joselu por tu meditado comentario, que comparto en su totalidad. Respecto a Huxley, desde hace años que "Un mundo feliz" está entre las lecturas que propongo a mis alumnos. Este año voy a introducir "No es país para viejos", ésta será obligatoria aunque será para leer y comentar en el aula, con un grupo muy reducido de alumnos. Sabes, una novela que me ha sorprendido lo bien que ha funcionado con alumnos de 1º de Bach ha sido "La verdad sobre el caso Savolta" .
2 comentarios:
Es difícil de entender este declive de las humanidades en las prioridades políticas de la izquierda. Ha pasado con las lenguas clásicas, con la literatura (prácticamente extinguida) y con la filosofía. ¿Por qué lo hacen? Es fácil decir que lo que quieren son ciudadanos consumistas y acríticos, pero no pienso que sean tan aviesas sus intenciones (aunque sí los resultados de ellas). Imagino que se quiere edificar la faceta de ciudadano por encima del individuo pensador y vertebrado por la cultura clásica o contemporánea que se concibe inconscientemente como un lastre innecesario. El hombre del siglo XXI ha de ser líquido, versátil, ligero de equipaje, sin profundas raíces en el pensamiento, adaptable a las nuevas circunstancias no concordantes con la formación elitista de sistemas anteriores que eran minoritarios. Las mayorías no requieren de filosofía. ¿Para qué? ¿Para qué saber quién era Hegel o Descartes o Kant? Interesa más que sepa entender una hipoteca o hacer velar sus derechos como consumidor o defender los derechos de las minorías o reivindicar la igualdad de género. Piensan así. ¿Qué papel ha de tener la filosofía en el hombre del presente? Está el pensamiento positivo, los libros de autoayuda que sintetizan los conceptos de distintas corrientes de pensamiento entre el hedonismo y el taoísmo. Un Reader Digest es lo adecuado, no conocedores de la historia del pensamiento. El hombre del siglo XXI fue imaginado por Aldous Huxley en el tal vez libro más importante del siglo XX.
Gracias Joselu por tu meditado comentario, que comparto en su totalidad. Respecto a Huxley, desde hace años que "Un mundo feliz" está entre las lecturas que propongo a mis alumnos. Este año voy a introducir "No es país para viejos", ésta será obligatoria aunque será para leer y comentar en el aula, con un grupo muy reducido de alumnos.
Sabes, una novela que me ha sorprendido lo bien que ha funcionado con alumnos de 1º de Bach ha sido "La verdad sobre el caso Savolta" .
Saludos
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