Manuel Rivas nos regala en El País de hoy con semejante perla:
“Mientras tanto, la Iglesia y su partido afín hacen todo lo posible para boicotear la enseñanza de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que es el núcleo central de Educación para la Ciudadanía”
De la que se desprenden variopintas consecuencias; aparte de afirmar que la iglesia y “su partido” están contra los derechos humanos – o al menos contra su enseñanza- , no hay que ser muy avispado para reparar en que, según el juicio del señor Rivas, cualquiera que se oponga a la EpC es un enemigo de los derechos humanos (o de su enseñanza, lo que vendría a ser lo mismo). No creo que el señor Rivas desconozca que la Declaración Universal de los Derechos Humanos es un tema presente, desde hace ya bastante años, en las materias de filosofía, ética, historia, ciencias sociales, no creo que el señor Rivas crea sinceramente que la enseñanza de los derechos humanos dependa de la existencia de la polémica materia (EpC). Como es manifiestamente imposible que el señor Rivas esté tan mal informado, me parece que la aseveración con la que nos regala solo puede entenderse como un modesto ejemplo de como los conflictos -y la cerrazón- partidistas -o el recelo ante los propios demonios- cursan con intoxicación, empecinamiento y ofuscación.
O quizá, quien sabe, el señor Rivas se siente ungido ( y no en soledad ciertamente ) en la defensa de los derechos de la humanidad.
¡Qué viva Epiménides! ¡y Tartufo! ¡ y Amadís!
4 comentarios:
Es una pena que Manuel Rivas (y no es el único) componga sus artículos de opinión con brocha gorda. El mayor vicio de buena parte del progresismo patrio es el de creer que a su derecha se acaba la tierra firme.
Ahora va a a resultar que desde que se instauró la democracia en España, nunca se habían enseñado los derechos humanos hasta que al PSOE se le ocurrió derogar la LOCE para implatar la LOE y la EpC. ¡Y yo cno estos pelos!
Pues sí, Pascual, feo asunto esta polémica acerca de la ciudadanía porque está viciada desde inicio; totalmente enmascarada por los intereses de partido - más chatos- y los prejuicios más trasnochados.
Ya veremos como evoluciona.
¡Recórcholis, querido Serenus! ¡Desde que no leo diariamente EL PAÍS me pierdo unas perlas de antología! ¿Se ha dado Vd. cuenta que el ínclito periódico progresista ha mandado a sus huestes de fabuladores satisfechos a la primera línea de la defensa de la enseñanza parda del buenismo? A la cabeza del pelotón, el ideólogo novelista Juan José Millás. Resucitando el XIX: los laicos contra el clero. Y entendiéndolo todo a lo bestia, sin asomo de una brizna de perspicacia. Lo que represente el engrendito como asignatura en la enseñanza les trae al fresco. Es el ariete de su denodado combate contra las fuerzas del Mal y punto. Y a los demás que los zurzan. ¡Por los Derechos del Hombre! ¡Santiago y cierra España!
Un saludo.
Sí, coincido contigo en tu apreciación sobre Millás, un articulista que aprecio mucho,pero cuya indudable perspicacia y sensibilidad se torna en grosera ceguera cuando toca temas de partido.
http://antesdelascenizas.blogspot.com/2007/08/kierkegaard-juan-jos-mills_24.html
Publicar un comentario